Gavimar Ariel Chico Hotel & Resort en Santanyí

Gavimar es perfecto para quienes tienen un presupuesto ajustado. Está maravillosamente cerca de la playa, el centro y todos los demás servicios. Lo que siempre aprecio mucho de España es que, en general, es un lugar ideal para ir con niños. Siempre se puede encontrar una manera de ir con un cochecito, o hay parques infantiles o instalaciones similares cerca. En este caso no fue la excepción. Habíamos reservado un paquete con todo incluido, pero después de probar la cena una vez, decidimos ir a otro sitio. Los gustos varían, pero no nos gustó. El desayuno estaba bien para el precio. Sin embargo, era un poco caótico cada mañana. Las habitaciones eran un poco anticuadas, pero estaban bien y impecablemente limpias. Eso sí, era muy ruidoso. La piscina al otro lado de la calle también era maravillosa. Había que darse prisa para conseguir sitio, si no, casi seguro que te quedabas sin tumbona. Un consejo: No compres hinchables ni sombrillas para el agua. Hay una especie de objetos perdidos cerca de recepción donde se guardan todos. ¡Ahorra dinero usándolo!

Un lugar encantador con un personal muy amable. Excelente ubicación, a pocos pasos de algunas calas y del puerto.

En el edificio 1, las habitaciones tienen una insonorización deficiente, tanto entre sí como con respecto al pasillo. Se ofrecen actividades multilingües a diario y hay numerosas piscinas, aunque suelen quedar a la sombra rápidamente. Desde el hotel se disfruta de una agradable vista de la cala más cercana, a la que se puede llegar caminando en menos de cinco minutos.

Muy buen hotel, ubicación, comida. Pero los cócteles no son buenos, son químicos.

Satisfacción total con este hotel. Nada que objetar... Excelente ubicación, habitación estupenda, un punto a favor para el personal del restaurante, que es realmente amable y servicial. La comida es realmente muy buena y variada.

Lo mejor del hotel es su ubicación: en pleno centro de Cala d'Or, con sus restaurantes, tiendas, bares y, sobre todo, su cala. El personal es muy amable, profesional y francófono. El bufé es decente, con una cocina muy industrial, ¡pero cambia a diario! ¡La piscina es genial! El hotel tiene sus años, pero se nota que lo están renovando con el tiempo. Las bebidas son ilimitadas con el todo incluido, pero son extremadamente dulces, y los vinos son mediocres... ¡Buena relación calidad-precio!

Pasamos 6 días en octubre de 2025 con todo incluido. Por las reseñas que había leído, no esperaba nada excepcional... ¡pero me llevé una grata sorpresa! El personal es amable y servicial. La habitación (doble) es espaciosa, no hay cama doble (son dos camas individuales juntas). No hay nevera (se puede alquilar una por 7 € al día) y hay un hervidor de agua disponible bajo petición. Asegúrate de traer tus propias toallas de playa; de lo contrario, tendrás que pagar por alquilarlas. También lleva tu propio champú y gel de ducha, ya que el dispensador no es muy eficiente. Por lo demás, la comida es decente, aunque no muy variada (los mismos productos aparecen con frecuencia, pero no está del todo mal), y hay para todos los gustos (mucha verdura cruda, pescado, carne y alimentos con almidón). Un detalle muy agradable: la pulsera sirve como llave de la habitación. Para las bebidas con todo incluido, hay que pagar 1 € por vaso (de los reutilizables). Los vinos no son muy buenos, pero se puede apañárselas... El hotel está rodeado de varias tiendas y restaurantes, y hay un ambiente familiar estupendo. En el vestíbulo, hay una mujer que ofrece excursiones y alquiler de coches (59 €/día). Pasé por Roig Car Ental (a 7 minutos a pie) porque no había coches disponibles el día que me interesaba. Además, ten en cuenta que si tu tarjeta bancaria es de débito (y no de crédito), tendrás que contratar un seguro a todo riesgo (5 €/día). Pagué 108 € por 2 días en un Citroën C4 automático. La playa está a 5 minutos a pie y es magnífica. Puedes relajarte allí gratis o alquilar tumbonas (17 €/día por 2 tumbonas y sombrilla). También hay baños y restaurantes/bares. El agua es cristalina y hay muchísimos peces. A 700 m, encontrarás un gran supermercado, "Mercadora", con muchos productos locales para llevar a casa (turrones, embutidos y azafrán, todo muy barato). El programa de animación está publicado en el salón de recepciones. La verdad es que no estuvo tan mal (excepto por los huéspedes holandeses, que no tienen educación y hablan en voz alta a cualquier hora del día y de la noche).

Personal súper amable, muy educado y absolutamente genial para familias y personas con discapacidad.

Enumeraré los pros y contras de mi estancia de 10 días en este hotel en octubre. + Ubicación: A 2 minutos de la playa de Cala Gran, cerca de tiendas y restaurantes. + Nos dieron un apartamento bonito y espacioso en la segunda planta con vistas a la piscina. + Limpiaban las habitaciones a diario, sacaban la basura, cambiaban las toallas (excepto los sábados) y la ropa de cama cada dos días. + Los camareros del comedor (que no es precisamente un restaurante) fueron muy amables, atentos y sonrientes. - Al llegar, pasamos dos horas buscando nuestra habitación. El plano que nos dieron era completamente ilegible. Solo el personal de limpieza de escaleras del hotel nos la mostró. Los carteles de las habitaciones son completamente ilegibles. Por desgracia, el personal de recepción no estaba muy dispuesto a enseñarnos la habitación, y fui tres veces después de registrarnos. - Después de una semana, los chips de nuestras pulseras dejaron de funcionar... los tres nos registramos a la vez. Resultó que nos habían registrado para una semana en lugar de 10 días. Por supuesto, nos dieron pulseras nuevas en recepción, pero el mal sabor persistió. Las bebidas del todo incluido fueron un desastre; las sacaban de una máquina expendedora y no contenían alcohol. Había cuatro o cinco para elegir, y sabían fatal. Las instalaciones son muy grandes y el comedor estaba muy concurrido. La comida era monótona, buena en general, pero también hay que saber qué poner en el plato. Los dulces eran en su mayoría incomestibles y repetitivos. La habitación tenía muchos defectos, como un enchufe roto, agua que goteaba del grifo, un grifo del bidé roto y un hervidor eléctrico roto, que fue reemplazado por uno nuevo. También había cucarachas en el baño, pero al parecer ese es el encanto de España. En general, no estuvo mal, pero quería escribir una reseña sincera con todos los pros y contras que señalé. Volvería a Mallorca, pero no a este hotel.

¡Precioso resort en Cala D'Or! ¡Excelente ubicación en el pueblo! ¡En pleno centro de tiendas y restaurantes! Una piscina preciosa. ¡Pero lo único que falta son unas preciosas vistas al mar! El personal es muy profesional. Comida excelente. El único inconveniente es la muchedumbre en el resort y en el pueblo...