Mónica te recibirá como en su propia casa y el tiempo pasará volando. Sorprende la calidad de las tapas tradicionales, sobre todo la carrillada, la carne con tomate y la ensaladilla, a unos precios muy asequibles. Muy recomendable y una de las mejores opciones para unas tapas en la zona. El servicio es siempre muy cariñoso, está siempre abierto y tiene un sitio tranquilo con espacio para niños. Un bar de barrio de los auténticos de los que cada vez quedan menos y con una fiel clientela local de vecinos.
Magnífica y familiar atención de su dueña, Moni. Tapitas caseras básicas tradicionales bien servidas y a precio adecuado. Bebidas a muy buen precio. Lugar pequeño y acogedor. Un lugar de paso para frecuentar de forma informal para tomar algo. Sitios para socializar. Así da gusto! Por cierto... increíble la crema de Roquefort!!