Gastro Bar 2&TRES en Alicante

Ls atención es excelente y muy rápida. La relación calidad precio es buena y los platos están exquisitos. Para volver sin duda

Servicio excelente. A destacar las croquetas de jamón y boletus y la tarta de cebolla. Volveremos sin duda.

Núnca nos defrauda. Comida con la familia y todo perfecto, a destacar el arroz, en su punto. Lo mejor el trato del personal, el servicio es estupendo.

Sitio acogedor, nuevo y formal, con buen ambiente agradable. Tienen local y una pequeña terraza cubierta. La comida es innovadora, destacando la ensaladilla de merluza (similar a la rusa), las verduras y el pulpo. Sin embargo destacó que las raciones son un poco justas. Lo más pobre fue la ensalada 2y3, que estaba buena, pero con poco condimento para costar 13€ (apenas algo de lechuga, un huevo, atún y unas aceitunas). Incrementando la cantidad estaría solucionado. Por otro lado la pata de pulpo también era un poco pequeña, aunque imagino que está también será cosa del día. Finalmente las tortas/cocas estaban demasiado picantes, una pena porque hay quien no lo tolera, y además, el tamaño que tienen es poco más de un palmo (mejorando el tema picante y el tamaño estaría solucionado también). Por lo demás todo muy correcto, bien de calidad-precio y servicio, pero falta algo más de cantidad y os doy las 5⭐️ Os daremos una segunda oportunidad y rectificaré la reseña en caso de ser necesario 😉

Fuimos a comer para celebrar un cumpleaños, y los restaurantes del grupo Juan XXIII nunca decepcionan. Como aperitivo nos pusieron unas aceitunas, y pedimos varias cosas para compartir y probar. Comenzamos con la ensaladilla de merluza, la cual nos encanta y no podemos perdonar nunca cada vez que vamos. Pedimos por primera vez el salmorejo con huevo de codorniz, jamón y mollitas, y es sin lugar a dudas el mejor salmorejo que he probado nunca, se ha convertido en un habitual sin ninguna duda. No pudimos evitar pedir su pan artesano de masa madre, el cual sirven recién horneado con aceite y es el acompañante ideal para cualquier plato. Continuamos con unas croquetas variadas (en orden de preferencia, de jamón ibérico, de mejillones y de boletus y trufa; las últimas no nos convencieron, pero las de jamón son increíbles). Pedimos también unos baos de costillas con salsa barbacoa, y la carne súper tierna y la salsa dulcecita, lo cual personalmente me pierde, y me pareció que estaban brutales (el pan súper blandito también). Continuamos con las dos cocas que tienen en carta, la de secreto ibérico con pera, mayonesa hoisin, rúcula y tomate, la cual nos gustó mucho, y la de pollo con pera, cebolla, ají, mozzarella y rúcula, la cual no nos convenció a todos (el ají no es para todo el mundo, pero aún así, yo que el ají sí me gusta, no repetiría). Seguimos con un tataki de atún con sésamo, teriyaki y wakame (otro plato habitual), el solomillo de ternera, el cual pedimos que nos trajesen con pera y cebolla confitadas y puré de peras con Mirin como guarnición, y nos hicieron la sustitución sin problema. El solomillo estaba increíble (como siempre, tienen una materia prima espectacular), al igual que la guarnición, la cual acompañaba la carne a la perfección. Pedimos también la carrillada de ternera con terrina de patata y chutney de mango (otro plato habitual, nos encanta el toque dulce que aporta el mango y la carne está siempre súper jugosa). Como último plato pedimos el arroz de atún, gamba y tomate seco, el cual nos gustó mucho, pero menos que otros platos. No podíamos finalizar sin el toque dulce, y pedimos la tarta de queso cremosa (súper intenso el sabor a queso azul, imprescindible si te gustan los quesos fuertes), y la piña al horno con helado de coco, almíbar de ron y piña liofilizada (un postre muy rico y original, bastante perceptible el sabor del ron pero muy equilibrado con el resto de ingredientes). Sin lugar a dudas es un sitio al que seguiremos acudiendo.

Nos gusta mucho la comida que se sirve alli. Siempre tienen muy buenas opciones fuera de carta. Repetiremos.

Impecable como todo el grupo de restaurantes que tienen.

Espectacular. El sitio es bonito aunque quizá por ponerle alguna pega es poco "carismático". El servicio simplemente impecable, una atención muy detallista. La comida de 10, todo estaba en su punto, con una carta variada y con algunos platos bastante originales. El precio está totalmente correspondido con la calidad, cantidad y el servicio. No es barato, pero no te vas con la sensación de que hayas pagado "de más". Volveré sin duda.

Bonita tienda de campaña. Vinos a precios competitivos. Sólo la comida es muy variable en calidad. Las croquetas ibéricas y el tartar de atún estaban bien. Sin embargo, el pulpo y la lubina estaban demasiado salados. Si como aquí todos los días, dentro de una semana tendré cálculos renales.

Esperaba un poco más de la comida.