Furancho de Mauricio en Cangas

Nunca he estado en el Edén y no sé a qué saben las manzanas prohibidas.Tampoco he comido ni bebido en el Valhalla. Mucho menos he probado la ambrosía, pero me imagino que sabría parecido a alguna comida que aquí se sirve. Y es que, si normalmente lo úinco que sé es que no sé nada, hoy no, hoy sé algo nuevo: Si puede existir algo en este mundo que pueda equipararse con cualquiera de estos manjares celestiales, ese algo son las tortillas que se venden en este furancho. Os aseguro que si descubriesen esta comida: ni Adán y Eva querrían vir al Edén, ni los vikingos al Valhalla, sino que querrían ir a Cangas. Sin lugar a dudas, no puede existir en este planeta una sola comida con un sabor más delicioso, exiquisito y sublime que el de este plato que se prepara en esta casa de las cercanías de Vigo. No soy capaz de entender como un alimento compuesto por; aparentemente, nada más que huevo, patata y cebolla puede ser lo mejor que haya comido jamás. Y me da igual cómo sepa la torilla de tu madre o abuela, te aseguro que, en comparación con esta, pensarás que no son la misma comida (a mí me pasó, lo siento abuela) Todo esto por no hablar del vino, pues también confieso que nunca entendí por qué los romanos comerían y beberían hasta vomitar para luego, seguir comiendo y bebiendo. No obstante, todo esto cambió cuando destino quiso que parase a comer en este lugar regido por una marivillosa familia.

Muy agradables, comida casera y muy rica. Sobre todo muy atentos y majos/as! El tinto muy rico y el blanco muy peleón!

Buena calidad y comidas caseras