Etxetxu Berriak en Getxo

Los torombolos del Etxetxu marcaron una época. Por aquel entonces el Bar era un tubo, al que se entraba únicamente por c/Amezti. Ahora que se ha renovado, parece otro. Por algo conserva el mismo nombre, pero seguido de Berria (nuevo). Natalia lo ha ampliado hacia el fondo, y al unir la lonja de al lado ha conseguido sacar tres alturas y otro acceso. Hay una barra elegante y bien surtida (sandwiches, pulgas, tortilla, aceitunas aliñadas, repostería casera...) en paralelo a mesas altas con taburetes. Luego un semisótano cuadrado, montado con mesas y sillas bajas, enmarcado por un banco corrido a lo largo de toda la pared. Éste se utiliza también como sala de exposiciones de pintura. Y por último, la planta superior o "de estar" con sofás y piano incluido (sólo decorativo). Un sitio agradable, con personalidad y siempre animado. Además ella ostenta título de "Barista", de modo que si aprecias el café bien puesto, ve a probarlo.

Hermoso lugar. Me encanta el ambiente!

Bonita renovación. Siempre con calidad en café, vino y cerveza, pinchos y buzcochos

Perfecto para disfrutar de un mágnifico cafe o unos combinados hechos con esmero

¡El café y el ambiente son los mejores!

El local cuenta con un ambiente acogedor, destacando por su bonita decoración e iluminación adecuada. Sin embargo, el mobiliario "moderno" de la planta superior, especialmente el sofá con mesa, no resulta del todo cómodo para disfrutar de un desayuno relajado. La oferta gastronómica se divide en una barra con opciones dulces y saladas. Sorprende la escasa variedad de pintxos salados, limitándose a dos tipos de tortilla y algunos mini bocadillos. En cuanto a lo dulce, ofrecen una selección de bizcochos, tartas y tostadas con diferentes tipos de pan. Nuestro desayuno consistió en: - Tostadas de pan de maíz con aceite, tomate y jamón - Pintxo de tortilla con cebolla - Dos cafés con leche Todo por un precio de 6€, que consideramos económico dada la ubicación del establecimiento. Las tostadas de pan de maíz resultaron deliciosas, con una generosa cantidad de aceite y tomate, aunque el jamón fue algo escaso. Sobre el pintxo de tortilla, comentaron que estaba bueno, aunque para mi gusto me parecía que estaba demasiado cuajado. El café merece una mención especial: excelente y servido a una temperatura adecuada (bien caliente ☕️). La atención del personal fue correcta y flexible. Aunque las tostadas se ofrecen inicialmente solo con aceite y tomate, no tuvieron inconveniente en añadir jamón a petición. En resumen, la experiencia fue positiva, con una buena relación calidad-precio, aunque con algunos aspectos mejorables. Un lugar a tener en cuenta para futuros desayunos en la zona.