Estupendet en Canejan

Sorprendentemente muy bueno y casero. En otoño echan de carta un plato de crema de calabaza con coco extraordinario

El sitio está muy bien porque se encuentra en un pequeño pueblo que tiene mucho encanto ...la comida elaborada y peculiar porque no son platos que te sueles encontrar en otros restaurantes ... Tuvimos una mala experiencia porque habían muchos perros y en un pequeño descuido nuestra bebé de un año se acercó a la mesa que teníamos muy cerca y uno de los perros la atacó ...no le mordió pero nos peguemos un buen susto .

Un gran descubrimiento en este rinconcito del Vall d'Aran, durante una travesía en bicicleta de montaña. Estupendu

Muy buen producto y elaboración y servicio muy atento. Aparte de esto está situado en un lugar precioso, tranquilo y rodeado de naturaleza.

Productos locales muy buenos en un entorno privilegiado. Servicio encantador

En un pueblecito pequeño con encanto y que se respira calma. Existe este restaurante que hace que magnifique aún mas la sensación de relax y buen comer. Una ensaladilla rusa pero rusa de verdad. Gracias a ellos ya no se si cuando coma otra me va a gustar porque esta es impresionante. Un entrecot al punto eso si al punto de Raquel que se sabe bien como tiene que ser. Y un Yogur de vainilla que me ha dejado impactado. Un simple Yogur artesano que hace ver que un Yogur puede ser tan bueno como el postre mas elaborado de el mundo. Muchas gracias por vuestra atención. Y gracias por esta comida. Por cierto de agradecer que acepten perros.

Aunque que tuvimos que esperar una hora valió la pena. TODO estaba exquisito. Precios correctos. Servicio amable. Seguro que volveremos.

Es un sitio maravilloso en el cual ojalá pudiera comer todos los días. La ensaladilla está exquisita y en nuestro caso pedimos entrecot y espectacular también. Recomendable si estáis por la zona.

Segundo año que subimos a comer y segunda experiencia de 10. La comida inmejorable y el trato aun mejor. Volveremos

Delicioso rincón poco conocido. No dejéis de probar la ensaladilla. La carne, siempre al punto “de Raquel”. Y para la sed, Refu.