14/11/2024: Hacía muchos años que no comía en el Ibai Alde, más conocido popularmente como “el de los Zabalo”, restaurante de comida tradicional y producto de cercanía. Sí que en estos años he visitado frecuentemente el bar pero no el restaurante y he de decir que al entrar al comedor la primera impresión fue de lo más reconfortante: un comedor con aire muy tradicional, bien iluminado y con 3 amplias ventanas que colaboran a ello, vigas de madera a la vista, una de las paredes de mampostería, las otras en tonos beiges, impolutos manteles blancos en las mesas, sillas clásicas de madera, un cuadro del aitite (abuelo) de los Zabalo presidiendo la estancia, tampoco podía faltar el escudo del Athletic de Bilbao tallado en piedra en otra de las paredes… a pesar de que el local estaba lleno, no había demasiado bullicio. El olor a buena comida impregnaba el ambiente y por primera vez en bastante tiempo sentí que entraba en una casa de comidas de las de antes. Tal vez, sólo tal vez, sin mucho espacio entre las mesas y con una mesa de tamaño justito para los 4 que íbamos, pero un sitio acogedor, sin lugar a dudas.
Era fin de semana y, como ya sabíamos de antemano, no hay menús sino que sábados y domingos trabajan con la carta y en la misma ofrecen una buena selección de comida tradicional. Nos inclinamos para empezar por una ensalada de ventresca, anchoas y pimientos rojos (calientes) que estaba francamente rica. Continuamos con una pata de pulpo a la brasa y con sus cachelos que siguió marcando un muy buen rumbo. Y acabamos los entrantes con unas sabrosas alcachofas con jamón. Visto lo visto, empezaba bien la cosa…
Al tomarnos la comanda nos comentaron los pescados que tenían y para cuantos podían ser. Nos inclinamos por un buen rape para 2, un cabracho para una (servido con su refrito y con un par de almejas) y el cuarto comensal optó por solomillo con su guarnición de patatas, champiñones y pimientos rojos y verdes. Hermosas raciones, buena presentación y bien rico que estaba todo.
Regamos la comida con un par de botellas de txakoli Itsasmendi.
El ritmo del servicio fue perfecto, dejando un leve receso entre entrante y entrante y sirviendo los segundos a todos los comensales practicamente a la vez. Competentes los camareros del local, sin duda. Por poner un pequeño “pero”, diría que las servilletas de papel dan una nota discordante pero, en fin, nadie es perfecto.
Postres contundentes y caseros los que tomamos y alguno rematamos la faena con chupito. Una pena que hiciese fresco porque el local dispone de una terraza con cesped donde se puede tomar unas copas de lo más a gusto al lado del río que da nombre al local (Ibai Alde en euskera quiere decir “junto al río”).
El precio nos pareció muy acorde a lo que comimos y salimos todos muy contentos, tanto por el ambiente del local, como por el trato y, sobre todo, por lo bien que comimos. No creo que tarde tantos años en volver otra vez…
31/10/2024: Todo muy bueno...comida servicio, precio...