Escuela de hosteleria TOPI en Zaragoza

Tras varios meses de espera me tocó comer el martes en la Escuela de Hostelería Topi. Los martes cocinan los de primer curso y los jueves los de segundo, supervisados por un crack: El profesor Eduardo Comín que nos recibió en el hall, nos enseñó y explicó las instalaciones y su historia, con excelente oratoria, pasión y con su actitud motivadora y el consecuente cariño en el trato tanto a su equipo como a los comensales, que seguramente será su rasgo de personalidad en otras facetas igualmente. Si yo tuviera un grupo hostelero lo ficharía por su carisma, simpatía sincera y buen hacer. Reconocí en otra mesa a la Académica Elena Piedrafita que asesoró en las recetas de este fabuloso menú Al-Andalus con mutabbal kousa, briouats de cordero, tajín de cous-cous, atún con alboronía, té moruno... El camarero encargado de nuestra mesa (creo recordar su nombre: Ángel) fideliza con su inexplicable gracia muy acertada y con un estilo profesional "de maître" que nos impactaba ya que es un atributo positivo del que carece el servicio de sala zaragozano en general. Para mí Topi realiza un verdadero turismo gastronómico eficientemente materializado en sus productos locales con filosofía "SlowFood". ¿Que es la calidad? Difícil de definir por su conceptualización multifactorial pero para mí resulta fácil. Calidad es Topi. Ya tienen dos comensales fidelizados más, porque no era un acto únicamente gastronómico, sino también sociocultural con los camareros explicando la elaboración culinaria y con las sonrisas de los clientes deleitados dejando los platos limpios rebañados de lo exquisito que estaba todo y en cantidad suficiente y en calidad extrema ¡Enhorabuena por vuestra colaboración público privada, la RSC, y por la cooperación con todas las Asociaciones hosteleras aragonesas, y por todo... y por tanto...!