Entre Dos Mons en Palamós

Excelente restaurante, todo estuvo delicioso incluido el vino, el pan y el postre.

Hemos comido a medio día, la experiencia espectacular, el ceviche el mejor que hemos comido desde hace mucho tiempo, yo he comido risotto de erizo y mi marido ventresca de atún. Solo decir ESPECTACULAR! El dueño te habla de cada uno de los productos y los platos con una pasión admirable. Volveremos sin duda. FELICIDADES!

Hemos hecho el menú degustación y simplemente exquisito. La amabilidad de los dueños y la calidad de la comida exepcional.

Nos lo pasamos muy bien en este restaurante. Para nosotros fue la segunda vez y para nuestros amigos, un descubrimiento y no nos decepcionó.

Cómo puedo decir que es otra cocina sabrosa, llena de sabores y excelente sorpresa. Los platos están elaborados hasta el petit four con aceitunas confitadas que estaban deliciosos. Vale la pena el desvío. E incluso 1 estrella.

Platos llenos de sabor y que hacen viajar! Acogida agradable y servicio profesional. Una buena carta de vinos. Gracias de nuevo !

Excelente experiencia, tanto en cocina como en servicio. Hemos pedido el menú y quedamos gratamente satisfechos. He comido mejor en éste restaurante que en muchos otros. Un destino obligado para una buena visita a Palamós. Aparte de su variedad de vinos. Todo de 10 puntos

Una gran experiencia, una fusión peruano-catalana basada en producto de calidad. Buena selección de vinos catalanes de pequeños productores.

Comida muy sabrosa. La combinación de comida peruana y catalana es genial. Hay mucha calidad en los productos locales.

Restaurante que destaca por cómo tratan y muestran los productos locales, lo cuál es un verdadero placer. Se nota en cada plato. Su nombre, entre dos mundos, hace honor a esa cultura gastronómica peruana y catalana que consiguen mezclar para sorprender al paladar. Y a nosotras, nos cautivó. Hicimos el menú degustación y salimos muy satisfechas. Sin querer hacer espóiler, porque realmente vale la pena dejarse sorprender, destacamos el churro... !Si churro de queso de cabra! ¡Qué delicia! Y el ceviche, que no podía faltar. Pero, todos los platos nos hicieron disfrutar y al fin y al cabo, eso es lo que buscamos todos cuándo vamos a un restaurante, degustar comida que nos haga gozar y algo más, en este caso, viajar sin movernos de Palamós. ¡Nuestro sincero reconocimiento a la cocinera! ¡Si comercializáis algún día esas galletas, aquí tenéis unas clientas fijas! Y, de Roger que decir... el trato excepcional. Destacar la implicación total en tema de alergias que tuvieron, se adaptaron perfectamente. En definitiva, se nota cuando en un restaurante cuidan tanto los productos y estos son de km0 (unos de la misma Llotja de Palamós i incluso muchos vienen de su propio huerto) y los vinos (no os perdáis la carta de vinos de proximidad), solo cabe sentarse y dejarse mimar. ¡Muchas gracias!