24/05/2025: Hicimos una paradita para descansar y, la verdad, el trato fue súper correcto, aunque las camareras no eran precisamente la alegría de la huerta. Eso sí, los torreznos... ¡madre mía, mi perdición! Crujientes, sabrosos, de esos que te hacen olvidar el mundo. Ahora, el bocata de jamón y queso de mi mujer, ¡vaya tela! El queso estaba de lujo, pero el jamón... ¡parecía que lo habían cortado con pinzas de depilar! Un poquito más de generosidad, y habría sido épico. Nos llevamos tres tortas que, ¡"joder", qué cosa más rica cuando las probamos en casa! Y el pan, uff, artesano, con ese olor y sabor que te transporta. Total, que merece la pena parar, pero si pedís un bocata de jamón con queso, ¡al loro! Decidles que no sean tacañas con el jamón, que si no derrochan sonrisas, al menos que no tacañeen con el bocata. Aunque cobren un pelín más, que lo carguen bien, ¡que está de muerte! Y esas muchachas camareras, vale, no eran puro carnaval, pero tenían su encanto, ¡vaya que sí! 🙄🙄🙄🤗🤗🤗😉.
18/05/2025: Hemos parado a tomar un café, parada técnica durante el viaje, que no desayuno y siempre veo como ""cutres"" los bares o cafeterías que no te ponen ni una galletitas, en fin, no es que sea nada destacable, pero por simples cosas como está, se ganan clientes.