Els Tinars en Llagostera

Nunca decepcionado por este restaurante, la acogida y la cocina son irreprochables.

Pescado a la plancha muy malo con mucho aceite y no parece una brasa amartillada. Por el precio que pagué, tuve acidez de estómago durante 2 días. Parece que el restaurante tiene sus propias reglas. Los camareros están atentos a los que son clientes habituales. Nuestro camarero no se molestó en explicar de qué se trata, cómo hacer el pedido. Estaba muy descontento de que no entendiéramos catalán y, en general, de que viniéramos aquí con niños.

Muy muy acertado. Fuimos de cena con compañeros de trabajo a menú. Calidad de la comida, servicio inmejorable, carta de vino estupenda… Además, en un paraje de cuento. Recomendadisimo

Menú degustación muy recomendable maridaje no tanto, vinos bastante justitos. Ambiente y personal muy amable

30 años viviendo a 5 min del restaurante y fui por primera vez hace muy poco. Extremadamente buenisimo hablando culinariamente. Vale mucho la pena el menu degustacion. Ojala haber ido antes!

Primera vez en Els Tinars y seguro que no la última. Tanto el servicio como la comida de primerísimo nivel. Un gran restaurante.

Client depuis plusieurs années, cette fois-ci nous nous sommes moyennement régalés, déjeuner tout à la carte avec tartare de langoustines, jus de corail, un riz pas assez cuit à mon gout, par contre terrine de foie gras impeccable, ensuite lièvre à la royale avec foie gras assez fort en gout et très léger en foie gras avec une garniture légère de 5 pâtes, cependant le Wellington comme la dernière fois parfait, le dessert à la mandarine n’est pas le meilleur que j’ai pu mangé rien d'extraordinaire, dommage qu'à la commande certains desserts demandant 30mn de préparation ne soit pas préciser à la commande. Le lieu est charmant, la salle spacieuse, belle mise de table et un grand parking gratuit.

Volver a este restaurante después de veinte años ha sido como reencontrarse con un viejo amigo que, lejos de envejecer, ha mejorado con el tiempo. Si en su momento ya tenía un nivel excepcional, ahora se nota que han sabido cuidar cada detalle, y hasta la experiencia gastronómica parece haber evolucionado. Aquí, el producto es el protagonista absoluto: todo de proximidad, de temporada y de calidad, sin trucos ni excesos. Te sirven con un estilo elegante, haciéndote sentir bien acogido, pero siempre con un toque de distinción. Optamos por platos para compartir, y debo decir que fue una muy buena decisión porque todo estaba impecable. Nos enamoramos de los ñoquis de patata con salsa de mantequilla y caviar Imperial, melosos y sabrosos, con ese punto justo de mantequilla que los hacía irresistibles. Una combinación perfecta de texturas y sabores que parece sencilla, pero que se nota que está muy bien trabajada. Pero si hay que hablar de la joya de la noche, el rodaballo a la brasa se lleva el premio. Con su punto de brasa, tierno y bien jugoso, el rodaballo tenía un sabor espectacular, de esos que te hacen disfrutar cada bocado y te dejan un recuerdo de fuego sutil que se agradece. Y para los amantes del vino, aquí tienen una carta impresionante: hay opciones para todos, con etiquetas de todas partes, pero sin olvidarse de los vinos locales.

Très bel endroit, décoration raffinée, personnel très professionnel, Service bien "huilé" Donc très bonne maison. La cuisine est remarquable, et correspond tout à fait à ce que l'on attend d'une étoile Michelin. Produits frais, cuissons justes, inventivité. Parfait. Et pour finir, un tarif au moins 40 % moins élevé que pour l'équivalent en France. Rapport qualité/prix au top.

Muy bien servicio . Pedimos el menú ejecutivo con vino . La comida platos muy buenos y otros normales , por el precio esperaría un poco más en la comida . Igualmente recomiendo .