El Sembrao en Sevilla

Recomiendo 100% el restaurante comida excelente y trato maravilloso el camarero Ragnar nos atendió con mucha amabilidad y nos brindaron también 1 chupito…. Recomiendo 100% el mejor restaurante de Sevilla

¡Youssef es un empleado excelente! Buen lugar para comer.

Youssef fue un camarero estupendo y amable.

Jouseffe nos atendió super bien!! La comida muy buena también. Los tacos lo mejor!!

Un restaurante delicioso en el centro de Sevilla. ¡Las tapas y la paella estaban buenísimas! Josef nos atendió y fue muy amable y siempre estuvo disponible para responder cualquier pregunta. Muy recomendable.

Hemos venido a hacer Brunch, y tanto el trato, como la comida (y la presentación), espectaculares. Merece la pena venir totalmente. La atención de Julia ha sido PERFECTA!

¡Todo es perfecto! ¡Todo está delicioso! ¡Les recomiendo mucho ir! ¡Una camarera habla francés!

Elegí paella y una sangría de cava. Para empezar, la sangría sabía bastante fuerte. Comparada con lo que he probado en Madrid, no me gustó. La paella estaba buena, pero un poco salada para mi gusto. Claro, no he comido en otros restaurantes, así que puede que esta no sea una valoración objetiva. Quizás debería ser así. Mi impresión general es que es un sitio normalito. Me senté en el piso de arriba. No tiene sillas cómodas ni decoración sofisticada. Lo mejor: los camareros son buenos en su trabajo y muy serviciales.

Vino para un almuerzo tardío, solo una mesa libre fuera y me alegro de que paramos aquí. Los camareros eran muy amables y serviciales. La tapa es excelente, una verdadera joya de un hallazgo. Recomiendo encarecidamente la Burrata, sabores increíbles. En general recomiendo este lugar si pasa.

Bonito lugar, justo al lado de la calle comercial principal, a 5 minutos a pie de la catedral - con mesas fuera en la calle y dentro. Es popular y es un buen lugar para sentarse con una bebida o un aperitivo. Disfrutamos del vino y la sangría aquí. Paramos a almorzar y pedimos unos platos de tapas, una hamburguesa y una paella de mariscos para dos. Las tapas eran agradables, especialmente las espinacas con garbanzos. La hamburguesa se pedía sin queso y venía con queso; esto era una pena, de lo contrario una buena hamburguesa casera, muy carnosa, servida con un bonito bollo y patatas fritas caseras. La paella estaba bien - costaba 20 euros la cabeza - se especializó en los ingredientes de marisco más baratos (sepia sobre todo, creo) y había un par de gambas y mejillones cada uno. A mi marido le pareció demasiado fuerte el sabor de los “mariscos” sin el equilibrio de otros sabores. El plato se habría beneficiado de un “levantón” de algún limón, pimento, hierbas frescas u otra cosa.