Estuvimos ayer comiendo después de acabar de realizar el Camino del Hierro. Lugar pequeño, muy familiar y acogedor. Cuando te sientas en la mesa, viene la cocinera, y te pregunta que te gusta comer….si es el caso como nosotros, que le decimos que de todo, nos dice; pues mirad soy catalana por eso mi comida…..de la selección que nos dio, nosotros elegimos, escalibada con anchoas de Santoña, puerros confitados con Romescu y de Segundo, fideuá con fideo fino tostado al horno y con alioli casero, y para rematar la comida, tarta de queso, hecha con 5 variedades de queso (súper cremosa), y tarta tatin de manzana, espectacular. De verdad, que todo buenísimo, por resaltar algo los puerros confitados y la fideuá, pero volveríamos a ir y a comer lo mismo. Recomendable 100%.
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