El Rinconcillo en Sevilla

Tan bueno como dice todo el mundo. Están muy bien organizados también.

Excelente comida! Todos los platos que pedimos estuvieron deliciosos y bien presentados. Precios moderados y atención de primera. Restaurante imperdible en Sevilla

La comida era buena. Para empezar tenía el brazo de pulpo. Era sabroso. El bacalao fue una buena elección. La esposa comió carne de cerdo que era demasiado roja para ella. Le di una propina del 10% pero tuve la impresión de que no era suficiente. El personal puede ser un poco brusco.

Tasca en el centro de Sevilla con mucha solera. Imprescindible reservar para poder comer allí, ya que las colas para entrar son bastante largas. Su oferta es tapeo, comida típica andaluza. Está todo bueno, pero la oferta es muy pareja a lo que puedas encontrar en otros sitios. Nosotros cenamos en un reservado que tienen en el piso superior, no estaba climatizado y pasamos algo de calor. Abajo hay que comer en la barra. El servicio arriba es algo caótico, ya que tienen que estar subiendo y bajando y al final siempre les falta algo por servir. En resumen, si quieres tapear y que el producto sea bueno, vas a barra y perfecto. Pero para mesa y mantel hay mejores ofertas en la ciudad.

Comida y tapas de alta calidad, el personal competente y sobre todo una buena atmósfera

Recomiendo mucho este restaurante, ¡es delicioso y los camareros son muy amables! Recomiendo especialmente las coquinas como entrante y el toro en salsa como plato principal!

Ultima cena en Sevilla de 2 parejas de amigos que viven en USA y Canada y quería llevarlos a un sitio especial en Sevilla. Por supuesto fue todo un acierto. Mesa en la segunda planta, la comida buenísima y el servicio excelente. Muy profesionales y pudimos disfrutar de una cena perfecta. Sin duda uno de los mejores restaurantes de Sevilla.

Cenamos en este lugar histórico de Sevilla en la parte del bar de tapas. No habíamos reservado pero inmediatamente nos hicieron sentar en un mueble, aquí se come de pie, apoyado en las encimeras o en los alféizares. Las tapas son muy buenas al igual que las raciones. Servicio rápido y preciso a pesar de las aglomeraciones. experiencia para tener

Uno de los establecimientos más antiguos de la ciudad, ubicado en pleno casco antiguo, en un precioso edificio junto a la iglesia de Santa Catalina. Fundado ni más ni menos que en 1670, conserva todo su sabor tradicional, con un espacio interior que suele estar abarrotado, y del que pudimos disfrutar gracias a acudir temprano. Su carta nos ofrece una amplia variedad en tapas, medias raciones y raciones: entrantes, chacinas, guisos, fritos, tortillas, revueltos, pescados, carnes y postres, además de una hoja aparte con sugerencias del día. La mayoría de los precios se mueven alrededor de 2,80 € las tapas, 7,50 € las medias raciones y unos 12 € las raciones, aunque en este último apartado encontramos precios muy dispares. Nosotros estuvimos para un tapeo, optando por una tapa de albóndigas de chocos en su tinta y una ración de lomo de bacalao (realmente habíamos pedido pavías de bacalao pero nos trajeron lomo). Con dos copas de vino de naranja la cuenta sumó 24 €. El sitio, espectacular, pero la comida no tanto; las albóndigas eran unos mazacotes de harina con muy poco sabor y el lomo de bacalao con más rebozado que pescado y algo aceitoso. La atención, muy cordial y eficiente. No obstante los detalles comentados, creo que por atractivo y por historia, bien merece una visita.

Había estado anteriormente muchas veces en la barra pero esta ha sido nuestra primera visita al comedor de la planta de arriba. Muy recomendable, Servicio profesional y buen producto