Tabanco Bodeguita Almabrazo El Relojero en Barbate

Lugar muy bonito para tomar un buen vino. El vermut está genial. Cada vez que voy me lo pido

Un grato descubrimiento con un gran servicio y buenas tapas.

Sitio con excelente calidad en todos los productos, ademas Juan y Juan diego muy amable, lo que hace del local muy familiar y cercano. Repetiré sin duda.

Aquí encuentras a un relojero que vive sin tiempo, que despacha vino ...... Fantástico lugar para tapear mientras degustas su vermut, el local esta impregnado de una calma y paz, increíble, todo está alineado para ello, la música la atención de los camareros.... Ole por ti relojero, que sabes dar lo que no se cobra, la cena aquí es mi recuerdo más placentero en Barbate. Venir aquí llena el estómago y enriquece el alma. Ven y disfruta el momento con un montadito único en tus manos.

En pleno agosto cenamos dentro del establecimiento y su tempreatura era bastante agradable, habia musica de fondo bastante relajante y el sitio muy bonito, la comida estaba buenisima y el trato de los camareros hacia nosotros impecable, me ha encantado

Muy lentos. Tiene cosas para comer y beber muy buenas.

Es un sitio para repetir sin duda. El dueño, Juan, es una experiencia única acompañado de los majestuosos vinos que tiene. Camareros súper amables, atentos y educados. La comida espectacular para un picoteo incluyendo su magnífica tosta de tartar de atún rojo.

Este tabanco en Barbate es un refugio para el alma. Con vinos que rebosan historia y tapas que celebran la riqueza de la tradición, cada bocado es una experiencia que conecta con lo esencial. Juan Diego, con su meticulosa atención al detalle, prepara todo con esmero, invitando a apreciar lo simple y lo hermoso. Rodeado de toneles que guardan secretos del pasado, es un lugar donde el tiempo se detiene y el corazón se llena de alegría. La energía espiritual de Juan transforma cada momento en algo significativo, mientras que su habilidad para reparar relojes nos recuerda valorar cada instante. Salir de aquí es irse con el deseo de abrazar la vida y compartir esos ALMABRAZOS que sanan. La atención puede variar, y a veces la espera es un poco más larga. Sin embargo, cada error es una lección valiosa en este ambiente de aprendizaje y compasión, donde se celebra no solo la comida y la bebida, sino también la nobleza del corazón humano y la belleza de las segundas oportunidades. SIN MI NO SOY NADA. AMOR YO SOY AMOR.

Este tabanco en Barbate es un refugio para el alma. Con vinos que rebosan historia y tapas que celebran la riqueza de la tradición, cada bocado es una experiencia que conecta con lo esencial. Juan Diego, con su meticulosa atención al detalle, prepara todo con esmero, invitando a apreciar lo simple y lo hermoso. Rodeado de toneles que guardan secretos del pasado, es un lugar donde el tiempo se detiene y el corazón se llena de alegría. La energía espiritual de Juan transforma cada momento en algo significativo, mientras que su habilidad para reparar relojes nos recuerda valorar cada instante. Salir de aquí es irse con el deseo de abrazar la vida y compartir esos ALMABRAZOS que sanan. La atención puede variar, y a veces la espera es un poco más larga. Sin embargo, cada error es una lección valiosa en este ambiente de aprendizaje y compasión, donde se celebra no solo la comida y la bebida, sino también la nobleza del corazón humano y la belleza de las segundas oportunidades. SIN MI NO SOY NADA. AMOR YO SOY AMOR.

La comida esta muy buena el personal amable pero mmuuuuuuy lento que te traigan la comida 4 tapas 1hora y media. Para mi ha perdido todo su encanto al tardar tanto de tapa a tapa Sabrosas pero es horrible el tiempo entre una y otra