09/11/2024: Hacia mucho tiempo que no acudía y vaya transformación! Ahora es un restaurante elegante donde tener veladas agradables, la calidad del producto sigue siendo excelente y su elaboración y servicio también.
08/11/2024: La comida está buena pero la relación calidad precio no se corresponde. 281€ 5 personas. Algunos se fueron con hambre. Te sueltan un QR en la mesa y nadie se molesta en explicarte un poco la carta, es compleja, que si varios tipos de menú, que también hay carta, te pasas un rato mirando todo y como tienes hambre tiras de la carta. Los platos no son de mucha cantidad, como he dicho algunos se fueron con hambre. El local es pequeño y nos colocaron en una mesa en una "especie" de pasillo. Lo peor, en un restaurante de esta categoría no esperas que te sirvan los platos desde el otro lado de la mesa. Aunque la comida está buena, los platos son muy normales, hemos estado 5 días en Zaragoza y comido y cenado en distintos restaurantes, en este no repetiríamos. Precio excesivo por el conjunto del servicio.
Edito reseña:
Al reservar nadie nos dijo que mesa nos había tocado puesto que la reserva se hizo a través de web del restaurante. Llamamos por teléfono para que nos confirmaran que comeríamos dentro del local porque también sirven en terraza. Nos confirmaron que dentro del local pero en ningún momento informaron de la situación de la mesa que nos había tocado.
Perdón por utilizar la expresión “sueltan” efectivamente nadie soltó nada. Una persona del restaurante depositó encima de nuestra mesa un expositor que contenía un QR con el único comentario “ya saben cómo funciona, en un momento un compañero les toma nota”
Bajo nuestra opinión, si es complejo elegir sin una mínima explicación. La carta está clara, los menús no tanto, que si uno de ellos toda la mesa tiene que comer lo mismo, en el otro los entrantes para todos iguales, los para compartir del menú tienen cargo aparte al igual que algunos platos, depende que plato elijas puede tener un suplemento de entre 4 y 6€, No, no es fácil sin una explicación previa.
La guarnición del solomillo se limitaba a el equivalente a dos cucharadas soperas de “un puré” que a ninguno nos gustó y quedó en los platos, nos dijeron, si no recuerdo mal que estaba hecho de boniato.
La flor de calabacín, dos, que me trajeron no llegaban a 8 centímetros y lamento tener que poner que parecían dos croquetas secas sin más.
Dos de los solomillos se pidieron hechos, llegaron a la mesa crudos por dentro, por dos veces volvieron a cocina y cada vez que salían se le daban a una persona diferente, lo normal es marcar de alguna forma los platos, y devolver el mismo al cliente y no cada vez uno. En fin…
Celebro que se preocupen por sus clientes y elaboren platos pensados y pesados para que sean equilibrados, yo lo hago en mi día a día también, pero cuando salimos a comer fuera por algún motivo de celebración no pedimos en el restaurante buscando el equilibrio en el menú.
Y cuando elegimos restaurantes de la categoría del suyo lo hacemos esperando que todo el conjunto del servicio esté a la altura, y en este caso no fue así.
No se sirven los platos desde el otro lado de la mesa y por encima de los comensales. Y si no hay espacio para atender bien, no se pone esa mesa, pegada al mostrador de la entrada lo que conlleva que cada vez que alguien accedía a ese mostrador había que arrimar la silla a la mesa para que pasara bien.