El Rebost de Can Moragues en Riudarenes

Comida km 0, bien cocinada, bien presentada, muy buen gusto. Ha sido un gran placer.

La comida excelente, el trato del personal maravilloso y el local muy bonito. Un gran descubrimiento!

Comida con “anima” lugar acogedor, atención muy buena, con el valor añadido, restaurante de una entidad ambiental,

Genial la comida, el lugar, la atención todo es de primera

Cómida espectacular. Y naturál Atención amable y profesional. Una sopa de cebolla como hacía años que no probaba. Mermeladas caseras. Recomiendo ir, sin duda.

Genial ☺️ hemos probado menú entre semana de dos platos y postre con agua. Todo delicioso, con mucho cuidado y buena materia prima. ¡Volveremos seguro!

Sin duda, es un lugar mágico. Volveré todo lo que pueda. Un 10 en todo. La miel que compre...ufff, irrepetible.

Increíble restaurante ecológico que practica la economía circular y contribuye a la comunidad local. Ubicado en un granero rústico totalmente restaurado junto a una antigua masía, está rodeado de naturaleza con un paisaje impresionante. La comida es fabulosa, hecha desde cero, con platos que cuentan con combinaciones de frutas y verduras de los colores del arcoíris de su propio jardín o de origen local. Hay opciones totalmente vegetarianas y con carne (hamburguesas de ternera, pollo, falafel o opciones de jabalí). El personal es amable, servicial y totalmente comprometido con la causa medioambiental y social del restaurante. Dé un paseo por el jardín salvaje para visitar el huerto de verduras y vea si reconoce las hierbas aromáticas y las plantas aptas para las abejas. También puedes ver un pequeño estanque que es un refugio local para tortugas. Si te encantan sus confituras y mermeladas, que también elaboran ellos mismos y atienden en los hoteles cercanos, también hay una pequeña tienda al lado del restaurante. ¡Disfrutar!

hemos ido en varias ocasiones y puedo requeteafirmar que es una apuesta segura. El trato excelente, la materia prima insuperable, la cocina brutal y el servicio fantástico. En esta ocasión remarcar el postre de chocolate con frutas, un chocolate negro como el que ya querría la casa cacao de Girona, muy bueno y muy recomendable.

Se nota la gran calidad de la materia prima, la presentación es muy buena de los platos. La camarera te explica los platos y conoce bien su origen y te orienta. El menú de fin de semana era de 30 euros, considero un poco caro al no entrar la bebida más que el agua. A mejorar solo los lavabos, que están en una masia-escuela en otro edificio y algo difíciles de encontrar.