El Real, España en Zaragoza

Un sitio del 1500 remozado. Simpático, buena música y buen café latte. La vista de la basílica del Pilar es bellísima. Sentarse a mirar a través de los ventanales es un excelente momento de relax en el mediodía de Zaragoza.

Situado en plena Plaza del Pilar, este restaurante no sólo tiene una estupenda ubicación, sino también una vista especial a la Basílica de Zaragoza. Turistas y lugareños se reúnen aquí para tomar un café, tomar una copa o incluso comer. El servicio es cálido y todo muy rico y de buena calidad. La selección es amplia y hay algo para todos los gustos. ¡Definitivamente recomendado!

Situado frente a la Basilica del Pilar. Tiene buena terraza. Para tomarte un café no esta mal. La atención fué un poco lenta... tardaron mas de 10 minutos en traernos dos cafés y el establecimiento dentro estaba vacio y fuera solo había dos mesas mas. El baño del establecimiento.... si quieres sentirte como en una pelicula de terror donde en cualquier momento va a salir alguien a por ti te lo recomiendo. Escaleras con muy poca iluminación, lleno de pintadas y porquería por todos lados...

Perfecto. Pero revisad la nota. No vayan a confundir "rabodetoro" por "rodaballo" y os devuelvan, con disculpas, eso sí, los 7€ de más como a nosotros.

Nos sentamos a tomar un café ☕️ en la terraza, para disfrutar del solete 😎 y de las vistas a la basílica desde un lugar privilegiado. El primer camarero que nos atendió y nos tomó nota, fue muy atento y memorizó rápidamente el pedido. Cuando lo trajo fue rápido y eficaz. Aunque luego nos vino a cobrar un compañero, primero dándonos un toque y que era de otra mesa, luego trayéndonos “nuestro” tíquet al que le faltaba la mitad de lo que habíamos pedido: se lo comentamos e insistía en cobrar solo lo que salía en el tíquet, que eran 3 consumiciones en vez de las 6 que habíamos pedido (y se veía claramente en la mesa que teníamos 6 tazas/vasos/bitellas). Ante nuestra insistencia conseguimos que entrara a corregir el tíquet y cobrarnos correctamente. Por lo demás todo correcto, y los cafés estaban buenos y a precio decente para ser en plena plaza. Y las tapas que tenían en la barra tenían muy buena pinta aunque no llegamos a probarlas

Vinimos a tomar cócteles y tapas. El lugar estaba lleno de gente antes de la cena y nuestro camarero, Ray, estaba trabajando solo, incluido el servicio de bar. ¡Mostró paciencia y cordialidad con todos en el restaurante en circunstancias atenuantes! Obviamente, el entorno también era uno de los favoritos entre los lugareños. Lo disfrutamos tanto que volvimos a tomar una copa (con otro gran camarero) y nuevamente a la tarde siguiente para tomar un café y cócteles antes de una visita al museo. ¿Quién sabe? Es posible que volvamos esta tarde antes de salir de la ciudad :)

Se los recomiendo precio muy bueno y muy buena calidad, el dueño y los sirvientes muy buenos de verdad les recomiendo mucho este restaurante y los platos preferidos a mi gusto fueron borrajas y ternasco muy bueno allí

¡Parada para tomar una cerveza en el bar!

Gran lugar para una cena acogedora cerca de la Catedral.

Un sitio muy agradable. El servicio es estupendo y el ambiente también. Tuvieron un detalle al no cobrarnos un plato que no nos había gustado nada. Fueron encantadores y muy atentos. Volveremos sin duda.