El lugar es agradable, sin embargo o no acertamos en lo que pedimos o en general es regular: el ajoarriero no nos gustó, y las zanahorias asadas con humus regular. Las albondigas de jabalí con crema de apinabo, buenas pero algunas demasiado crudas, y algo frio en general. El arroz con leche de cabra sin embargo excelente.
Un restaurante con muy buen ambiente, limpio, con todo detalle en salón, camareros muy buenos profesionales, rápidos y atentos al comensal. Los platos buenísimos, con sabores exquisitos. El precio final un poco elevado, aunque siendo estrella Michelin 2017 no es de extrañar,pero con detalles de chupitos con botella en mesa.
Lo único que no me gustó, el aseo, la puerta no cerraba y hacia que bajara mi nota total del gastrobar.