El Penon en Salobreña

El Peñón. En plena playa de Salobreña. Sólo por las vistas, me encanta comer allí. A destacar las patas de pulpo a la brasa. Dispone de una carta muy variada donde el pescado y las paellas, para mí, lo mejor . Calidad, buena atención y rapidez. Recomendable reservar. Precio y cantidad normal.

No puedo valorar lo que no he podido usar o disfrutar. Me desplacé desde Murcia porque en Internet figuraba que estaba abierto, después de tres horas de viaje tengo que leer una nota en la puerta que pone: "cerrado desde el 6 de enero hasta el 20 de febrero". El viaje lo realicé el día 17 viernes y tuve que comer en el Bahía, por cierto, muy bien la comida y el trato personal, el precio acorde con lo que comimos aunque para 2 niños y cuatro adultos comiendo sin tirar a lo bestia, 211€ lo veo, no mal, lo veo un poquitín excesivo, pero lo pagué agusto que es lo que importa. Luego cené en otro restaurante que fue fenomenal en calidad, cantidad, precio y trato personal. Ya hablaré de el y pondré fotos. El preció, mismos comensales 89€.

Lugar con encanto. Comida aceptable.

Muy buena comida y excelente servicio! Y se admiten perros (afuera)

No pidas mariscos fuera de temporada. Pedimos sardinas en enero (fuera de temporada) y no tuvieron problema en servirnos sardinas congeladas que se convertían en papilla, no les limpiaban las escamas ni las tripas, por lo que la papilla ni siquiera era comestible.

Una comida de calidad y de cantidad acompañada de un servicio muy atento

Buen restaurante a la orilla de la playa, en el peñón, muy buenas vistas y buen ambiente, un lugar tranquilo. La comida estaba buena toda, aunque el precio es algo caro para lo que ofrecen. Recomendado si quieres comer bien y el precio es algo secundario .

A pesar de tener reserva tuvimos que esperar un buen rato a que alguien saliera a atendernos o explicarnos la mecánica de cómo iba el tema, cosa que hacían con bastante desgana cuando les preguntabas. Al fin nos sientan y resulta que los precios de la carta no se correspondían con la carta que tienen en su web, en el restaurante era mucho más caro todo, lo que nos hizo cambiar la idea que llevábamos. Por poner un ejemplo, el espeto de sardinas costaba 18€, y el arroz con bogavante, 30€ por persona, cuando eso no vale ni en Marbella. Pedimos pulpo a la brasa, que aparte de escaso estaba sequísimo, espetos y paella, con la cada vez más extendida costumbre de ponerlo gacheado (con un poco de caldo y pasado), no seco como corresponde a una paella. No nos atrevimos a pedir postres viendo el panorama. Lo mejor sin ninguna duda, las vistas, ya que el mirador cuelga sobre el mar y es maravilloso comer con ese espacio. Nada recomendable.

Entorno privilegiado, comida muy rica y los precios están bien teniendo en cuenta donde está situado. El servicio muy bueno, los camareros muy agradables y atentos.

La ubicación del restaurante es extraordinaria, lo demás simplemente no está al mismo nivel. Tanto la terraza como el local están saturados de mesas, al menos para el personal disponible, lo que genera lentitud y confusiones en el servicio. Probamos un par de clásicos (espeto de sardinas y paella mixta), que estaban buenos aunque quizás no para pagar 28 euros por persona (con dos rondas de bebida y café).