El Paralelo en Gijón

Unas cervezas muy buenas, pasan pinchos. Un ambiente singular, especial, acogedor y tranquilo.

El sitio está muy bien, bien atendido … pero … pedir un Rivera y un Alvariño y que la factura sean 9€ … me parece excesivo. Me parece carísimo, si hubiésemos pedido un vino específico … que sepas que es caro lo acepto, pero pides un Rivera sin más … y creo que no procede cobrar el vino a 4,5€ copa

Un lugar muy bien ambientado con mucha amabilidad, muy buena comida y una excelente oferta de cervezas. Volveré seguro a mí paso por Gijón.

Que decir de este lugar!!! Combina lo moderno con la comida tradicional y el trato , inmejorable. Buena música de fondo . Volveremos 😉

El Paralelo: donde siempre hay gente… y por algo será Hay lugares que tienen algo especial, y El Paralelo es uno de ellos. Siempre concurrido, siempre con buen ambiente. No es casualidad, es porque aquí todo encaja: la música ya es una delicia, la comida hecha con mimo, la cuidada selección de vinos y, sobre todo, el trato cercano que te hace sentir en casa. No importa cuántas veces vaya,…. . Porque cuando un sitio gusta, se nota.

El Paralelo es un verdadero hallazgo en Gijón.Tiene un ambiente acogedor y agradable que invita a disfrutar de una buena comida. La calidad de los platos es excepcional, ¡incluso el pan es delicioso! Los camareros son amables y atentos, lo que hace que la experiencia sea aún más placentera. Además, los precios son muy razonables, lo que lo convierte en una opción perfecta para cualquier ocasión. Sin duda, una visita que vale la pena repetir. ¡Altamente recomendado!

Ambiente y trato de 10. Sorprende la comida pero merece la pena probarlo. Un picoteo muy rico. Pizzas muy sbsrosss y unas costillas a baja temperatura para chuparse los dedos.

Local donde todo está muy cuidado, desde el servicio al producto. Siempre dan un bien pincho con la consumición. Si se desea, se puede comer, con una carta pequeña pero todo muy bien preparado.

Precio excesivo por un Ribera y una caña (9.50€) sin pedir ninguna marca en particular y teniendo en cuenta las tarifas de las vinaterías colindantes Servicio bueno, música y ambiente también, pero no volveré porque me parece un abuso si no viene acompañado de una buena tapa, no fue el caso!

El sitio es muy acogedor, bien ambientado y tuvimos suerte que no había mucha gente. Pedimos una ensalada de burrata y unas croquetas. Todo muy rico y con productos italianos auténticos. A destacar la profesionalidad y amabilidad de nuestro camarero Pelayo, que fue la guinda del pastel de la noche. Por este tipo de profesionales es por los que uno repite de sitio y sin duda nosotros cuando volvamos a Gijón, repetiremos.