El Monje de Santa Ana en Las Palmas de Gran Canaria

Precioso bar/cafetería al borde de la plaza, muy popular, muy buena carta de tartas y tapas a precios razonables. Muy popular entre la gente que se arremolina esperando mesas.

Un pequeño gran bar de tapas que sirve una buena selección de comida y bebida a precios razonables, un personal amable que habla bien inglés y un menú en inglés disponible en línea justo al borde de una bonita y tranquila plaza con mucha gente mirando.

Visitamos este establecimiento 4 veces en una semana. Siempre hay gente. Croquetas, anchoas y tarta de queso - 😋Estarás cerca - pasa por aquí)

Después de disfrutar con mi pareja de una encantadora cata de vinos en el Restaurante El Monje, quedamos absolutamente impresionados. El ambiente acogedor y la atención personalizada hicieron que nuestra experiencia fuera inolvidable. Los vinos seleccionados fueron de alta calidad, y cada uno nos llevó a un viaje sensorial único. Además, la comida complementó perfectamente los vinos, fueron un verdadero deleite para el paladar. El personal fue muy amable , sobre todo Omar y Vane ofreciéndonos recomendaciones en todo momento, que enriquecieron nuestra cata. Sin duda, el Restaurante El Monje es un lugar que recomendaríamos encantados a cualquiera que busque una experiencia gastronómica excepcional. ¡Gracias por esa gran Noche !!!

Música encantadora y vistas a la plaza. La comida estuvo excelente y recomiendo el queso el hierro ahumado y las papas canadienses con cilantro.

Acabamos de cenar. Hemos pedido unos quesos canarios con almogrote, un poco de jamón y unas copas de vino canario ( Quiquere Seco) que nos ha aconsejado el camarero. De postre hemos pedido el brownie de pistacho. Nos gusta comer de picoteo y este nos ha encantado. Un trato muy amable y de precio genial para estar a las puertas de la catedral. Nos ha costado 39'90€ en total. Si tuviese que poner un pero sería que he echado de menos más variedad productos canarios.

Me encanta!! Es un restaurante muy acogedor, en un enclave de la ciudad maravilloso, donde te sientes como si estuvieras en casa. La comida es exquisita, sus tablas de queso, su ensaladilla, sus croquetas, ... y qué decir de sus tartas, todas deliciosas. El trato no puede ser mejor. Vanesa, la dueña, es un encanto, siempre pendiente de cada mesa y de que el cliente se sienta cómodo, y todo el personal es fantástico (Omar es un amor!!). He ido muchísimas veces, a cenar, desayunar y merendar, acompañada incluso por mi mascota, que siempre es muy bien recibida 😀. Le ponen hasta su platito de agua!! He podido disfrutar allí de un delicioso brunch el sábado pasado con una sesión previa de entrenamiento magnífica. Vanesa organiza muchas actividades en el Monje. Una maravilla!!!!❤️

Estuvimos esperando al menos 11 minutos para que los atendieran y había mesas vacías, van a su ritmo. Precios razonables para se la plaza principal.

Buen lugar para tomar café a la sombra de la catedral. Buen café servido en mesas exteriores. Tuvimos suerte de tener un buen músico callejero que nos entretuviera. Precio razonable

Pasamos dos personas por casualidad por ahí mientras buscábamos algún lugar para picar algo por la noche y nos sorprendió gratamente, tanto la comida como la profesionalidad y amabilidad del personal y por supuesto el encanto nocturno de la plaza de Santa Ana. Precios bastante asequibles para ser Vegueta.