El Molino en Tui

Hemos ido a comer estando de vacaciones. Nos lo recomendó una persona del pueblo y acertó. Hemos comido de maravilla, nos han atendido genial. Sin duda, lo recomiendo y volveremos.

Hemos ido a comer y nos han atendido de maravilla de principio a fin, nos han recomendado un vino, y la comida estaba muy buena. Nos ofrecieron trona para el niño.

Restaurante excepcional. Comida excelente. Servicio excelente. Ambiente genial. Prometo volver pronto y lo recomiendo.

¡El queso de oveja está buenísimo! El pulpo estaba buenísimo, la carne tierna y en su punto, la comida perfecta 😍😋 El ambiente era un poco ruidoso por el ruido de otros clientes, pero el espacio es agradable y tiene vistas a la cocina.

Tras caminar 16 km desde Cossourado llegamos a Tui y comimos en El Molino. El menú del día (15 €) fue perfecto para recuperar fuerzas: ensalada de entrada, pijotillas o cariocas, como las llaman allí, muy sabrosas, y una deliciosa tarta de la abuela de postre. Buena comida, buen precio y un lugar ideal para descansar después del Camino.

Tomamos pulpo, mejillones, zamburiñas, todo muy bueno, restaurante familiar, precio elevado

Producto de diez, fresco directo del Mar, las almejas espectaculares. El trato, el servicio y las recomendaciones (incluso del vino) muy acertadas. Seguíamos la ruta hacia Vigo y preguntamos al camarero por restaurantes y zonas donde tomar algo...nos indico varios restaurantes y bares que el conocía. Si vais por Tui no dudéis y a disfrutar!!

Lugar céntrico y para comer muy bien.. totalmente recomendado. Atención genial y comida muy rica y casera.

Todo increíble, el bacalao un 10 👌

Reseña restaurante El Molino en Tui: El restaurante en sí no es muy llamativo, pero es espacioso y cómodo, y lo mejor es la comida y el equipo humano que lo regenta. Una carta sin estridencias, con platos de la cocina casera de siempre pero eso sí, de un nivel extraordinario. Tres generaciones de mujeres chefs, abuela, madre y nieta, comparten fogones, y eso suma muchos años de experiencia y amor por la cocina. La atención y el trato son exquisitos, siempre colaborando en conseguir la mejor experiencia para el comensal. Comimos unas almejas a la marinera sensacionales, con esas salsas que no puedes dejar de mojar. El pulpo a feria riquísimo, y el rodaballo y rape deliciosos. Por cierto, impresionante lo que sabe del maitre de vinos. Y lo mejor estaba por llegar. La tarta de queso al horno era puro disfrute, pero la leche frita me hizo llorar porque era igual que la que hacía mi abuela. Recomiendo sin duda visitar este local de comida casera y exquisita!