El Lajar de Bello en Arona

Una comida excelente con fusión y tradición. Totalmente recomendable a precios razonables. Servicio rápido atento y amable.

Una experiencia para todos los sentidos, un lugar decorado con gusto donde el personal hace que te sientas unico, con platos inigualables, con sabores que muestran el gran trabajo, amor y saber hacer que hay en la cocina, acompañado de la buena eleccion del maitre ayudandonos con los platos y con el vino. Muchisimas gracias, por hacer de una cena.. una experiencia maravillosa.

Volver a El Lajar de Bello en Playa de las Américas siempre es un acierto. Es un restaurante acogedor, con un ambiente cálido y elegante que invita a disfrutar con calma. Como siempre, el servicio fue profesional, atento y muy amable, algo que valoramos muchísimo. La comida destaca por su presentación cuidada y por la calidad de sus sabores. La carne, en su punto justo, estaba deliciosa, y se nota el cariño que le ponen a cada plato. Es un sitio donde se cuida tanto el producto como la experiencia del cliente. Agradecemos una vez más la atención recibida. Es un placer volver y saber que el nivel se mantiene tan alto. ¡Nos veremos pronto!

Fantástico restaurante junto al golf. Productos de primerísima calidad. Excelente bodega. Y todas las opciones para celíacos

Bonita ubicación. El interior y la atención de los camareros te hacen sentir especial. Un buen lugar para quienes tengan curiosidad por probar la alta cocina y el vino canario.

Una experiencia decepcionante: Visitar un restaurante es, para mí, un momento de disfrute, descanso y buena comida. Sin embargo, mi reciente experiencia en el Lajar de Bello fue todo lo contrario. Lo que prometía ser una velada agradable se convirtió en una situación incómoda y decepcionante al descubrir que el establecimiento permite el ingreso de mascotas —especialmente perros— al área donde los clientes están comiendo. Entiendo y respeto el amor por los animales, pero es inaceptable que se priorice esto por encima de la comodidad y el bienestar de los demás comensales. Comer junto a perros, rompe por completo con la experiencia gastronómica que uno espera al pagar por un buen servicio. Un restaurante no es una extensión del parque ni del hogar. Hay normas básicas de convivencia e higiene que deberían respetarse. Esta falta de criterio por parte de la gerencia no solo decepciona, sino que además desalienta a muchos clientes que buscan un ambiente limpio, tranquilo y enfocado en el servicio. Ojalá reconsideren esta política. No todo vale en nombre de la inclusión. Algunos espacios, como el comedor de un restaurante, merecen ser preservados para el disfrute pleno de quienes los visitan.

La comida y la atención del camarero buenísima recomendable 100×100 volveremos

Muy buenas comida, el solomillo con foie un 10/10 y las croquetas de tomate con queso cabra ahumadas otro 10!!!

Delicioso, se lo recomiendo a todo el mundo que pase por el sur de Tenerife. Pedimos pluma y solomillo, ambas carnes perfectas y para terminar los postres son para morirse, sobre todo la tierra volcánica. Es caro pero merece la pena, con el Tenedor me hicieron 25€ de descuento lo que lo hizo más asequible Volveré sin duda en mi próxima visita a Tenerife

Segunda vez en una semana que estoy por el sur y paro a comer aquí. La atención del personal es un 10/10. Visita prácticamente obligatoria si estas por el sur.