el dorado en Salinas

Muy buen sazon. Pedi una sopa 7 potencias.

La atención excelente y la comida sabrosa.

La comida estaba bien, pero en general mediocre. No mucho sabor. Tampoco hay muchas opciones sin gluten.

La comida era muy sabrosa. Pedí filete de Mero en mantequilla con tostones de pana y fue una delicia. Otros en mi grupo comieron churrasco con arroz y frijoles y él también expresó que su comida era realmente buena. Dios mío y la vista es espectacular, la vibra, el servicio es genial. Definitivamente regresaré a este lugar todo fue excelente.

Nos sentamos cerca de la bodega. El aire acondicionado hace mucho ruido. En la mesa de al lado estaba sentada una pareja jugando videojuegos en su teléfono inteligente con mucho ruido. La comida era buena pero esperábamos un mejor ambiente por el precio que pagamos.

Reseña del Restaurante El Dorado – Salinas, Puerto Rico ¡El Dorado en Salinas es una auténtica joya! A pesar de estar lleno de lugareños y turistas, el tiempo de espera fue increíblemente mínimo. El restaurante ofrece un ambiente cálido y familiar que te hará sentir como en casa. La comida es nada menos que la calidad de un chef: sabrosa y perfectamente ejecutada. Cada plato que probamos fue un testimonio de su experiencia culinaria y los postres fueron igualmente impresionantes. Ubicado justo en el puerto deportivo, el entorno es perfecto y ofrece vistas impresionantes que mejoran la experiencia general. Esta fue nuestra segunda visita y, una vez más, El Dorado no decepcionó. Su proximidad a las playas locales lo convierte en un lugar ideal para disfrutar de una fantástica comida después de un día de sol. Si estás en Salinas, ¡este es un destino que debes visitar! Altamente recomendado.

Espectacular comida, vista, personal… nos encanta!

Siempre q vamos al sur, vamos a comer, lugar agradable y la comida riquísima mi favorito el mofongo de jueyes y las empanadillas

Ufff la comida riquísima. Pero el primer piso necesita mejoras. En ese primer piso uno se siente inferior y alejado. El segundo piso tiene una vista espectacular pero una persona con una discapacidad no puede subir a disfrutar de la vista. Las escaleras son muy angostas y resbalan bastante. La puerta de entrada al comedor del segundo piso es un screen viejo.

Me encantó el lugar, la comida, el trato de los empleados y el dueño. Ambiente familiar, la música.