Celebramos el cumple de mi marido y dos amigos más q cumplían 60, seríamos alrededor de 50 personas, en un vagón de tren acondicionado y con Dj, todo bastante bien. Solo q se le olvidó ponernos el grifo de las cañas, y algunos se quejaron de que había poca comida. Nos cobró las cervezas que quiso. Salvo por eso, nos lo pasamos bastante bien.
Es un sitio magico, decoracion, amabilidad, mimo, cariño, musica y una gran cocina. precio muy muy razonable. No se puede ir a Soria y dejar de visitar a Edu y a Coro porque te hacen sentirte en casa.