El servicio excelente, el tártaro de atún con trufa imprescindible, el restaurante absolutamente recomendable
B AZ
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14 Noviembre 2025
10,0
Fantástico de principio a fin, segunda vez que vamos y nuevamente encantados, comida de 10.
José Manuel Calderón Benítez
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07 Noviembre 2025
10,0
Obligatorio pedir la tostada de atún con trufa, delicioso.
Javier León
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30 Octubre 2025
10,0
Lugar de obligado paso si estás en Conil. Ha ido cambiando mucho con los años pero no te dejará igual. El atún en su máximo esplendor.
Elena RF
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28 Octubre 2025
10,0
La comida increíble, el atún espectacular, la carne perfecta y el postre para poner la guinda. El personal muy atento y amable, de 10. No es barato pero merece la pena.
Hadrian Fernández Horjales
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25 Octubre 2025
10,0
Excelentes todos los tipos de platos que nos ofrecieron de atun almadraba.
Estuvimos muy bien asesorados.
Carlos Martinez Navarro
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24 Octubre 2025
10,0
Hemos comido súper bien! La calidad de la comida i los trabajadores muy professionales i nos han aconsejado en todo momento. Volveremos. El precio entre 50 i 60€ por persona con postres.
Pili Viñas Andujar
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24 Octubre 2025
10,0
Mucha calidad, excelente servicio.
Elisardo Antolin Fernandez
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22 Octubre 2025
10,0
No hay vacaciones en Cádiz sin visita a El Campero. La peregrinación anual al templo del atún rojo de Almadraba.
La carta tiene decenas de elaboraciones con atún, además de un menú degustación.
A nosotros nos gusta hacer nuestra propia degustación a la carta, con varios crudos y un cocinado.
Nunca falta la tosta de atún y trufa, memorable. Pero el resto de platos no se quedan atrás; la gilda de tarantelo, el tartar de ventresca, el carpaccio de paladar, las costillas asadas… Y mi postre favorito, el huevo de choco blanco con arroz con leche y maracuyá.
Y ojo a la bodega, con muchísimas opciones de vinos del marco de Jerez.
Para completar nuestras visitas a El Campero, tras estar en el restaurante con el menú degustación, en las mesas altas de la zona de barra y en las mesas altas de los veladores en varias ocasiones, nos faltaba curiosamente probar su barra y así lo hicimos.
Te abre la posibilidad a ciertas tapas que no aparecen en las cartas de las otras ubicaciones y que siempre puedes completar con la carta de mesa que también está disponible.
Gracias a esto, y sin dejar de pedir nuestros clásicos como el tartar de calamar (mi favorito sin duda), o el won-ton crocante, hemos descubierto su gilda de tarantelo de atún deconstruida que ya forma parte de nuestros preferidos, o el bretzel de atún con pan brioche.
Nos ofrecieron de aperitivo de la casa unos tacos de lasaña fría de atún y de postre volvimos a nuestros queridos mini filipinos para el toque dulce.
Personal siempre atento, valor presente en cualquiera de las zonas de El Campero y en especial en su barra.