El Campero. Restaurante & Take away en San Sebastián de los Reyes

Todos muy rico. Los camareros están muy atento

Super amables, buenisima atención. Gracias!

Muy buena opción para tomar algo y compartir entre varios. Pedimos 2 camperos el mexicano y el de ternera queso y cebolla y están buenísimos. Además, nos pusieron una tapas antes lo cual se agradece. La terraza se podría mejorar con más camareros y con más luz pero con lo el servicio que estuvimos estuvo bien.

Hemos venido a comer y todo muy rico, sobre todo los camperos. El trato del personal muy agradable. Sin duda recomiendo venir

Ambar da un servicio excelente, la comida está muy buena y las cantidades no te dejan con hambre

Fuimos un grupo grande y nos atendieron muy bien. Ámbar fue nuestra camarera y estuvo muy pendiente. Toda la comida muy rica y abundante. Recomendado 100%

Muy rica la comida, para venir en grupo es genial y la camarera Ambar nos dio un trato espectacular. 100% recomendable

Súper buena la comida, imposible comerlo todo con la cantidad. Ambar súper agradable! Los postres súper riiiicos

La comida está muy rica y las porciones son muy grandes. Lo recomiendo. Es verdad que el servicio tarda un poco, pero merece la pena.

Fuimos a cenar anoche mi pareja, mi hijo, mi sobrino y yo. Éramos cuatro personas y pedimos cuatro raciones para compartir: croquetas, fingers de pollo, parrillada de verduras y huevos rotos con patatas y jamón. Las raciones eran de un tamaño correcto, ni grandes ni pequeñas, y nos permitió probar un poco de todo. El servicio fue rápido y el camarero que nos atendió fue muy simpático y agradable, lo que hizo la cena más amena. En cuanto a la comida, las croquetas estaban realmente ricas y la parrillada de verduras también nos gustó mucho, bien preparada y con buen sabor. Los fingers de pollo, en cambio, nos parecieron algo secos y duros, incluso con la salsa de miel y mostaza. Los huevos rotos estaban buenos de sabor, aunque las patatas resultaron demasiado grasientas y un poco pasadas. Con unas patatas mejor escurridas y en su punto, el plato ganaría bastante. Quiero hacer hincapié en un detalle sobre la vestimenta del camarero. Digo esto desde el máximo respeto, porque no hablaría mal de alguien en esa profesión ni en ninguna; de hecho, mi hija también trabaja como camarera. Pero creo que de cara al público es importante cuidar la imagen. En este caso, llevaba unos pantalones caídos, con un estampado llamativo en la parte trasera, que al agacharse dejaban ver más de la cuenta. Con un uniforme sencillo o una ropa más neutra, la buena atención que recibimos se vería aún más reforzada. En conclusión, una cena agradable con puntos fuertes y otros mejorables, pero con potencial para ser un sitio aún más recomendable.