La Casa Calvet es probablemente la creación menos conocida de Gaudí. Sin embargo, no es de extrañar: no se puede entrar, pero es muy posible admirar la fachada desde el lado opuesto.
Fue construido como casa de vecinos para la viuda de un magnate textil, Calvet, de quien recibió el nombre, y no se parece mucho a otras creaciones ornamentadas de Gaudí. Es más conservador y estricto, pero, por supuesto, en él se reconocen los elementos característicos inherentes a la obra del arquitecto. Sólo hay que mirar con atención: como dicen, la verdad está en los detalles. Por cierto, esta es la ÚNICA casa reconocida oficialmente por la Administración de la Ciudad: en 1900, el arquitecto fue galardonado con el Premio Municipal al “Mejor Edificio del Año”.