El Balneario en Málaga

Está cerrado y en obras, pero se ve un local excelente y con una ubicación privilegiada.

Variado. El servicio a veces es bueno, a veces impaciente. El lugar parece haber sido increíble en algún momento, pero se está deteriorando y lo están renovando poco a poco. Las vistas son únicas. Las croquetas están buenas, el pulpo y la lubina son increíbles, pero las clásicas patatas bravas no estaban buenas. La gestión de los horarios de comida es deficiente, lo que hace imposible comer juntos. Sin embargo, merece la pena ir, y espero que pronto podamos ver todo su potencial.

Los baños del Carmen es uno de mis sitios favoritos de Málaga, con unas vistas preciosas al mar, por lo que siempre lo recomiendo y llevo a la gente que viene a visitarme, pero lamentablemente mi experiencia esta vez no ha sido del todo satisfactoria. El local estaba prácticamente vacío y aun así no me dejaron sentarme en una mesa con mejores vistas, sin darme una razón clara. Me parece una pena, porque el lugar tiene mucho potencial, pero la falta de flexibilidad y atención al cliente, que tienen últimamente, deja una mala impresión. Ojalá mejoren este aspecto, porque el entorno realmente merece la pena.

Es un sitio que tiene muchísimo potencial, pero creo que no se le saca nada de partido. 17€ una ensalada minuscula Un arroz que... se puede comer, pero no es ninguna maravilla. Un servicio que deja mucho que desear Y una calor que no te permite disfrutar de la comida (deberían pensar en poner ventiladores o agua vaporizada para refrescar el ambiente). Soy de fuera de Málaga, pero no es un sitio que recomendaría ni volvería.

Es un sitio de 10 para ir a comer con familia o amigos. Toda la carta está buenísima, sorprendentemente, lo único que no recomiendo pedir son los espetados, más allá de las sardinas. El sitio tiene mucho encanto y unas vistas preciosas.

Todo lo relacionado con el lugar, vistas, comida y trato del personal fantástico excepto la persona encargada de ubicación de mesas que ha sido nefasta en su trato y en su falta de profesionalidad y humildad a la hora de aceptar su error. He venido a Málaga especialmente a pasar una comida hermosa y me he encontrado muy incómoda.

Nos encantó poder disfrutar de una buena comida en su terraza. Buen servicio y lo más importantes calidad de producto. Quiero mandar un saludo a su espetero Gerardo , se ve que trata el producto con cariño.

La infraestructura necesita una buena renovación. El suelo es peligroso y podría ser un problema para las sillas de ruedas. El ambiente es realmente precioso, sobre todo al atardecer.

Hay experiencias que marcan un antes y un después en la vida: el primer beso, ver el mar por primera vez... y venir aquí. He comido, sí. Muchas veces. Pero esto fue otra cosa. Esto fue vivir. Desde que entras por la puerta, sientes que el universo conspira para que todo salga bien. Si vas a este restaurante, prepárate para replantearte tu vida entera en cuanto a lo que creías que era “buena atención”. Porque lo que hacen aquí los camareros no es atender. Es cuidar. Los camareros saben exactamente cuándo tienes sed antes de que te des cuenta. Levantas la mirada, y zas: ya te está rellenando el vaso con agua fresca, con la delicadeza de quien riega un bonsái. Respecto de la comida, si alguna vez te has preguntado cómo sabría la felicidad si se pudiera servir en un plato, tengo la respuesta: como el menú de este restaurante. Olvídate de los cinco sentidos, porque vas a desbloquear por lo menos dos más en cuanto pruebes el primer bocado. En resumen: no es que se coma bien y el trato sea inmejorable, es que después de venir aquí te dará miedo volver a cualquier otro restaurante. Porque sabes que ya has probado lo mejor.

Desde el momento en que entramos al restaurante, el servicio fue impecable. Todo el personal fue amable, atento y muy profesional, haciendo que nos sintiéramos cómodos y bien cuidados en todo momento. Se nota que disfrutan lo que hacen y eso marca la diferencia. Gracias Celia Montiel por tu encanto y profesionalidad