Excelente experiencia, comida exquisita y perfecto servicio.
Leticia Durán Rosa
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02 Mayo 2025
10,0
Trato excelente, comida muy buena.
Las empanaditas argentinas riquísima.
Jose Jiménez
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02 Mayo 2025
10,0
La experiencia fue increíble. Todos los platos que probamos se le veía un gran trabajo y elaboración. Pedimos la ensaladilla, el canelón de pulpo-buenísimo- y la entraña. Merece la pena venir a Zafra solo para probar estos platos.
Miguel J. Sanz Vegazo
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02 Mayo 2025
10,0
Espectacular! Nos han encantado los platos sugeridos por el personal. Las empanaditas, la presa ibérica a la parrilla, el canelón de pulpo y sus panes artesanos son imprescindibles si venís a comer a acebuche. El servicio muy bueno y la presentación de los platos muy trabajada.
María Peláez
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26 Abril 2025
10,0
Nos encantó todo lo que comimos. El servicio de 10, pueden dejarse recomendar.
Mariadelao
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23 Abril 2025
10,0
Un ambiente agradable y sosegado. Un servicio amable y atento que no atendió a la perfección. La propuesta culinaria de categoría, cada plato fue un maravilloso descubrimiento. Volveremos sin dudarlo.
Juanjo Martin
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20 Abril 2025
10,0
Excelente materia prima con una presentación muy cuidada de cada plato. Lástima que no disponen de menú degustación para poder probar más platos pero los que hemos probado nos han gustado mucho. El pan de queso está buenísimo.
LUIS BARREIRO
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17 Abril 2025
8,0
Hemos venido de visita en pareja de Córdoba a Zafra y nos hemos alojado en el Parador. Bajando por la Puerta del Acebuche nos hemos topado con este encantador restaurante y solo puedo decir cosas buenas. Empezando por la atención del personal. En nuestro caso hemos comido las empanadillas rellenas de ternera extremeña, canelones de pulpo y entraña. ESPECTACULAR. Los panes para acompañar, riquísimos. Mi favorito, el argentino. De postre, tocinillo de naranja.
Recomiendo coger reserva porque está lleno. Nosotros hemos tenido la gran suerte 🍀 de pillar la única mesa para dos sin reserva!
Gracias chicos por el servicio, esperamos veros de nuevo!!
Maria Pedrera
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05 Abril 2025
10,0
En mi primera visita a este restaurante, decidí diseñar mi propio menú degustación a partir de los platos para compartir. Una experiencia que, lejos de ser un simple recorrido por la carta, se convirtió en un festín de matices bien equilibrados y ejecución impecable.
Comencé con un clásico que nunca falla: un jamón ibérico de excelente calidad, pleno de aroma y sabor.
El segundo plato fue un carpaccio de solomillo de bellota, dispuesto sobre una base de ensaladilla que parecía elaborada con bonito, aunque no confirmé este detalle. Más allá de la incertidumbre, la combinación funcionaba a la perfección: la carne, fina y sedosa, encontraba en la ensaladilla un contrapunto cremoso que realzaba su delicado sabor.
A continuación, me dejé sorprender por una recomendación fuera de carta: unos níscalos salteados, coronados con una yema de huevo que, al romperse, envolvía el conjunto con una textura sedosa y un sabor profundo. Un plato que brillaba por su sencillez y equilibrio.El cuarto fue, sin duda, el plato estrella del día: unas mollejas de ternera con salsa de oloroso y crema de yuzu. Perfectamente doradas por fuera y de interior jugoso y tierno, estas mollejas ofrecían un contraste de texturas impecable. La profundidad del jerez y el toque cítrico del yuzu añadían equilibrio y sofisticación, convirtiéndolo en un platazo.
El quinto fue una entraña perfectamente en su punto, acompañada de pimientos del piquillo confitados y un interesante dúo de salsas: un pesto de albahaca , y una emulsión de berenjena que aportaba cremosidad y un sutil toque ahumado.
El sexto plato, otro fuera de carta, fue una sorpresa: unos callos que combinaban la untuosidad clásica de este guiso con una textura más aterciopelada, gracias a la cremosidad que aportaba el yuzu. Un giro inesperado pero brillante.
Para cerrar la comida, un postre que estuvo a la altura: un tocinillo de naranja, delicado, aromático y equilibrado en dulzor, acompañado de una copa de Pedro Ximénez Lagar Blanco, cuya intensidad y notas pasificadas redondeaban el final de la experiencia.
A lo largo de la comida, disfruté de un magnífico vino: Finca los Hoyales 2014, de la bodega Cruz de Alba. Un tinto de color granate intenso que, en nariz, desplegaba una complejidad fascinante, con marcadas notas de fruta negra, especias y un sutil fondo balsámico, integrados con una madera elegante y bien equilibrada. En boca, se mostraba estructurado y sabroso, con carácter pero sin perder la finura que lo define. Su persistencia estaba marcada por recuerdos de fruta negra madura, torrefactos y un final aterciopelado que armonizaba a la perfección con los platos más contundentes del día.
Mención especial merece el servicio: atentos, eficientes y con ese equilibrio entre cercanía y profesionalidad que hace que la experiencia gastronómica alcance su máximo esplendor.
Rikyphoto
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23 Febrero 2025
10,0
Si me pidieran definir este restaurante con una única palabra, lo tendría bastante claro, SABOR, y además en mayúsculas, porque todos y cada uno de los platos que pudimos degustar se caracterizaban por el increíble sabor de sus ingredientes principales, sin trampa ni cartón y sin utilizar ningún tipo de aderezo o potenciador. Una baza bien jugada, pues han sabido sacar partido a cada uno de los platos de su propuesta gastronómica.
Una cocina, que evidentemente tiene un fondo muy tradicional argentino, pero una evolución en cuanto a la elaboración y presentación con mucho gusto y mimo de los platos, convirtiéndolo en un disfrute para el comensal.
Sus señas de identidad carta amplia, producto de muchísima calidad, elaboración y presentación muy cuidadas y donde tanto la comida como el servicio, muy eficiente por cierto, son exquisitos.
Mi enhorabuena. Sin duda, volveré.
Amundsen76
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27 Enero 2025
10,0