Ecotahona del Ambroz en Plasencia

Esta es, sin duda, una de las mejores panaderías que he visitado. El pan es excelente, elaborado según métodos tradicionales y, además, ecológico. Lo mismo ocurre con la bollería. Las bebidas también son excelentes; creo que nunca he probado un capuchino tan bueno, ni siquiera en Italia. Si alguna vez estás en Plasencia, ¡no te puedes perder esta panadería!

Ambiente muy agradable. Las dependientas son muy simpáticas. Los dulces son muy sabrosos y esponjosos y el cafe de calidad.

Siempre que paso por Plasencia, es parada obligatoria. Personal súper amable, ambiente acogedor y lleno de encanto. Se nota el mimo en cada detalle. Recomiendo especialmente sus perrunillas!

¡Qué alegría comer buen pan orgánico! Comimos una naranja y un cereal, y ambos estaban buenísimos. ¡Gracias!

Lugar espectacular para desayunar. Todo ecológico, trato exquisito. Ambiente relajado. Totalmente recomendable para disfrutar de un buen desayuno

Buenos productos de panaderia. Variedad de panes de buena calidad. Precios, lo normal, algo caritos

Un sitio imprescindible en Plasencia para desayunar con calma y calidad. El trato humano es cercano y muy agradable, se nota que disfrutan atendiendo a cada cliente. Su pan artesano es una auténtica delicia, con sabor de verdad y una textura que marca la diferencia. Las tostas de jamón con tomate en su propio pan son simplemente exquisitas: crujientes, con producto de primera y un equilibrio perfecto de sabores. Un lugar donde se aprecia el mimo en cada detalle, ideal para empezar bien el día.

Sin temor a equivocarnos, los mejores croissants de Extremadura entre otras elaboraciones como el pan, que son increibles. Todo genial absolutamente.

NO APTO para CELIACOS Los productos que tienen son buenos pero no tienen opciones para celiacos

Un ambiente muy agradable y relajado. Para disfrutar del café y la bollería/pan. Fui a desayunar y la verdad que estaba todo buenísimo. Las chicas de la panadería muy agradables y simpáticas que contribuían a ese buen ambiente del lugar. Eso sí, es un pelín más caro de lo normal, pero merece la pena pagar un poco más de vez en cuando por la calidad y producción local.