Dong Wen Qui en Oviedo

Nos ha encantado tanto el museo como los edificios en los que se encuentra.

Gran pequeño museo con un Picasso y un Dali. También disfruté mucho de los otros artistas.

Buena cantidad de obras incluso de pintores reconocidos mundialmente y lo mejor es que la entrada es gratuita. Bien hecho por parte de las autoridades de Oviedo, algo que pagamos entre todos con nuestros impuestos y que pocas veces se ve. Me parece perfecto. Enhorabuena a los ovetenses.

Museo gratuito y con una gran colección

Se ha añadido una adición arquitectónica moderna a la entrada del Museo de Bellas Artes de Asturias. En la planta baja se encuentran restos de un sitio arqueológico. Aquí se pueden encontrar principalmente artistas españoles con algunas otras nacionalidades representadas. El Museo de Bellas Artes se extiende hasta los edificios vecinos, que son en sí mismos hermosas estructuras arquitectónicas. Además, en la entrada principal hay taquillas para guardar cualquier bolso pequeño. También hay códigos QR en todo el museo que se pueden escanear para vincular a videos con más información sobre obras de arte. Hay WiFi disponible y la entrada es gratuita. Puede estar muy ocupado los fines de semana. Altamente recomendado.

Muy buenas obras y fácil de visitar. La entrada es gratuita, así que recomiendo no perdérselo.

Inaugurado en 1980, este es uno de los museos de arte más importantes de Asturias. Abarca tres edificios históricos de Oviedo: el Palacio de Velarde, la Casa de Oviedo-Portal y la Casa de Solís-Carbajal. El museo alberga obras de maestros españoles y europeos como Francisco de Goya, El Greco, Joaquín Sorolla y Salvador Dalí. Su colección abarca una amplia gama de estilos artísticos, desde el gótico hasta el arte contemporáneo, con especial énfasis en obras de artistas asturianos.

Gran espacio expositivo que alberga distintas corrientes y artistas. Para no perdérselo!! Cita obligada y encima gratuito!

El sitio es espectacular y precioso, me encantó! El problema y la razón de mi reseña de tres estrellas, es que había usa señora de vigilancia que nos estaba acosando. Nos persiguió absolutamente todo el rato, incluso llegamos a pensar que tenía algún problema y por eso no actuamos en ningún momento. Era tam incómodo, que tuve que recorrer toda la planta, a ver si se cansaba y paraba de seguirme, pero no me libré de ella hasta que, harta de la situación, me tuve que ir de su planta. No me dejó disfrutar de nada su planta, sentía hasta su respiración en la nuca. Si mandaba un mensaje de texto, ella lo podía leer incluso. Llegué incluso a plantearme que tal vez me confundió con alguien que había hecho daño a alguna obra o algo, y necesitaba tenerme controlada, porque no era normal su actitud, parecía que me iba contando la caspa de la cabeza, no paraba. Ganas de trabajar tiene, porque no descansa la tía, pero vaya, que se tranquilice un poco, que la gente que entra quiere pasar un buen rato y apreciar el arte. Me gustaría haber disfrutado al 100% del museo, porque hasta que me la topé, me estana fascinando. Es una señora rubia de pelo corto, rizado.

Muy tranquilo, los trabajadores algo secos pero amables, la colección permanente es maravillosa y una visita necesaria si te gusta el arte. Buen punto los bancos cada ciertas salas para poder descansar, algo acolchados , ya que es más grande de lo que parece desde fuera. Un punto a favor es que sea de entrada gratuita ya que disfrutar del arte es ganar en cultura y no debería ser cobrado. Y tienen una consigna en la entrada por si no quieres ir cargado durante la visita, un plus a tener en cuenta