Paramos de casualidad en el primer sitio que vimos,pensábamos por las referencias que estaría bien,pero cuál fue nuestra sorpresa que no tenían casi de nada.Segun el camarero se le había acabado en el fin de semana y era lunes.Pues lo mejor en mi opinión era que no hubiera abierto.
El viernes pasado fuimos a tomarnos unas cañas a medio día. Cuando pedimos al camarero la cerveza, le decimos que es lo que está más frío (si tercio o caña)y nos dice que las cañas están más frías, nuestra sorpresa llega cuando lo pillamos infraganti cogiendo un tercio repartido en dos cañas y rellenando el resto de la espuma del grifo. Es cierto que nos quedamos tan cortadas que no dijimos nada pero en la tercera ronda no tuvo más remedio que decirnos que el grifo no funcionaba correctamente y nos puso 2 tercios.
La ganancia es brutal, con un tercio nos cobró 2 cañas al precio de 2,20 cada caña y un tercio en sí cuesta 2,40.
Está claro que el servicio ha sido pésimo y no volveremos.
Hemos comido 4 personas, la comida estupenda, buena calidad y cantidad. El ambiente acogedor y tranquilo. El dueño nos atendió de forma agradable y servicial, muy profesional, muchas gracias!
Muy buena elección donde comer tranquilo, buena calidad de productos, gente profesional y un trato agradable. Recomendable las carnes y seguro que el arroz muy bueno, lo probaremos