La comida aquí es realmente deliciosa. Karen es una mujer muy amable que cuida hasta el último detalle y disfruta de una conversación agradable. Los pasteles son deliciosos, al igual que el café, los waffles y los postres. Sin duda, recomiendo pasar; es un lugar genial para relajarse, y los precios no son altos para lo que ofrecen, que es realmente delicioso. Todo está recién preparado. ¡Sin duda volveremos, y ya hemos estado allí muchas veces!