08/12/2025: Visitar el Castillo de Bellver fue una de esas experiencias que mezclan historia, paisaje y arquitectura de una forma casi perfecta. Nada más llegar, me impresionó su silueta circular, una rareza entre las fortalezas europeas. Mientras subía la colina que domina Palma, ya intuía que las vistas iban a ser espectaculares… y no me equivocaba: desde lo alto, la bahía, la catedral y la sierra de Tramuntana se despliegan como un mapa vivo.
Al cruzar el puente y entrar al patio central, con su doble galería de arcos góticos, sentí que estaba en un espacio más palaciego que militar. Es curioso pensar que este castillo del siglo XIV, mandado construir por Jaume II, fue concebido tanto para la defensa como para el descanso de la realeza mallorquina. Sin embargo, su historia tomó un rumbo muy distinto: durante siglos también funcionó como prisión. Mientras recorría las estancias, especialmente las mazmorras, pensé en los personajes históricos que pasaron por aquí, como el ilustrado Gaspar Melchor de Jovellanos.
El museo instalado en el interior ayuda a contextualizar todo: restos arqueológicos, piezas medievales y documentos que narran la evolución de Palma. Pero lo que más me marcó fue la combinación entre la armonía circular de la arquitectura y la sensación de amplitud al asomarme a sus miradores.
Para mí, Bellver es uno de esos lugares que no solo se visitan: se respiran. Un castillo único, con alma, que resume la historia y la belleza de Mallorca en un solo vistazo.
08/12/2025: Castillo bonito, para pasar una hora/hora y media, está la parte de arriba con las vistas, y la de abajo en plan museo con acceso a las habitaciones
Bonito, vale 4 euros y vale absolutamente la pena