Codigo de Barra en Cádiz

Una velada maravillosa y un viaje a través de la historia de Cádiz y su gastronomía. Disfrutamos muchísimo de los platos. Además, nos pareció que el precio era muy asequible para la alta calidad de los productos y la cantidad de ingredientes que llevaba cada plato. ¡Una excelente relación calidad-precio! El postre de chocolate estaba increíble. ¡Lo recomiendo al 100%!

Excelente trato y muestra de la historia de Cádiz y sus comidas. Buenisimo los platos en presentación y sabores.

Una experiencia gastronómica maravillosa: la comida, el servicio, la presentación, el ambiente y la narración fueron magníficos. Una comida que realmente deleitó todos los sentidos. Sin duda, merece la pena visitarlo si estás en Cádiz.

Pasamos una velada maravillosa con un menú degustación y maridaje de vinos. Agradecimos el ritmo entre platos; no fue tan apresurado como en otros restaurantes. El servicio fue muy atento.

Fue una experiencia maravillosa. Pedimos el menú de 16 platos y nos encantó. Nos quedamos unas tres horas y media, pero el servicio no fue nada lento; diría que fue más de lo necesario para tantos platos. El precio es definitivamente demasiado bajo para la calidad y la cantidad, sobre todo teniendo en cuenta que es un restaurante con estrella Michelin. Lo digo en contra de mis intereses. El personal es muy amable y conocedor, especialmente el argentino, que habla un italiano excelente y nos explicó todo a la perfección; realmente hizo un trabajo excelente. Mi única crítica es la calidad de los vinos. Entiendo que, estando en España, ofrecen vinos españoles, pero en un restaurante de este nivel, me habría gustado más vinos internacionales, sobre todo franceses, con los que es difícil equivocarse. Quizás podrían haber añadido la opción de maridaje, especificando el precio y los tipos de vino utilizados. Otro pequeño consejo: quizás quitando el postre, hubiera añadido un postre final de “pequeños pastelitos” tipo 3 chocolates o bollería local, algo muy utilizado en los restaurantes con estrellas Michelin para redondear la experiencia por todo lo alto.

Excelente experiencia gastronómica recorriendo los productos gaditanos. Personal muy atento y amable. Merece la pena la visita.

Recientemente disfrutamos de una cálida bienvenida y un delicioso almuerzo en Leendert Griffioen. Hay dos menús para elegir. Cada plato (9 platos) iba acompañado de información y explicaciones, incluso a cargo del propio Leendert. Disfrutamos de un vino exquisito. En resumen: pasamos una tarde maravillosa y disfrutamos muchísimo del ambiente y de todas las delicias culinarias. Muy recomendable si estás en Cádiz, y para nosotros, una de las razones para volver a este balneario. La foto no es una obra maestra, ¡pero la comida es absolutamente fantástica!

Un restaurante para conocer sensaciones. La experiencia fue inolvidable. Los platos riquísimos y el trato exquisito. Lo recomiendo

Hicimos reserva para 5 personas para el menú degustacion Cotinusa e incluimos el plato de atún rojo. Nuestra experiencia fue, como se dice una de cal y otra de arena, empezamos con la tortilla de camarón rojo que para los 5 nos pusieron 2 tortillas para compartir, osea tendrían que poner que vas a comer trocitos de la tortilla, el agua nos la sirvieron caldosa, le tuvimos que pedir hielo. El trato excelente y adecuado y aunque se empezó mal los siguientes platos muy elaborados y con calidad, lo que corresponde a una estrella michelín. Menos mal que el oro de Cádiz se puede repetir. Tendrían que incluir en la carta vinos moscatel de Cádiz.

Local en el casco histórico de Cádiz, pequeño y con decoración bastante funcional, que no significa desagradable. Fui con mi pareja, y solicitamos mesa distinta (estaban todas vacías) a la que nos ofrecen, que no nos gusta nada por su situación. Nos lo deniegan. Mal comienzo. Sin embargo, he de decir que mi cabreo inicial, a medida que fueron llegando los platos y observando su calidad y preparación, así como las explicaciones y en general, la amabilidad del personal, se me fue pasando. Sin embargo, a mi que me encanta la cocina, hubiera disfrutado mucho de una mesa con vista directa a la elaboración de las preparaciones. En cuanto al menú, elegimos el grande, Erytheia, y he de decir que nos encantó. Todas las preparaciones tuvieron su aquel, y no hubo ninguna que nos dejara indiferentes. Con la traca final de un Carabinero a la brasa con su salsa que dejó alto el pabellón. De bebida escogimos un 100% palomino fino que acompaño perfectamente, con un refuerzo de vino dulce noctiluca para los postres. El total nos salió a 164€ por persona, muy correcto. Ojo!, se requiere tiempo, estuvimos casi 4 horas en el restaurante, pero la experiencia merece la pena y su estrella es bien merecida.