Ciudadela Park en Salou

Lo recomiendo. Ubicación, comida, entretenimiento y servicio.

Empezando por lo positivo: Personal muy amable y servicial, en general en todos los departamentos. Mucha animación infantil y espectáculos todas las noches. Mención especial para Laura y Alba, que son geniales con los niños. Vista de la piscina principal y el mar desde el balcón. Usamos el aparcamiento subterráneo, obligatorio porque es muy difícil aparcar en la calle. Es cierto que es muy estrecho; hay que tener muy buena dirección asistida y saber maniobrar, pero fue de gran ayuda. En cuanto a lo negativo: Muy ruidoso, las habitaciones no están insonorizadas, se oye a los vecinos incluso si solo hablan. Esto es para los más tranquilos... porque, por desgracia, una parte importante de la población no conoce la palabra "respeto" y grita, haciéndose pasar por si estuvieran solos en la piscina, como si fuera de noche. Se entiende por qué los niños se ponen revoltosos cuando ves a los padres... pero no es culpa del hotel. Hay instrucciones junto a la piscina, como en muchas piscinas, como "no fumar, no correr ni saltar", etc., pero ¿por qué habría de obedecerlas la gente si el socorrista no se mueve? El desayuno era muy ruidoso; fuimos a la terraza para estar tranquilos. Incluso desayunando, en un hotel Disney donde los niños son activos, es más tranquilo. En resumen, el hotel tiene un gran potencial y realmente cumple gracias a su personal y al equipo de animación. Espero que la dirección sea consciente de ello. Porque la falta de privacidad, el ruido constante, la mala insonorización y la multitud irrespetuosa (capacidad para 1000 personas, éramos 850 en el momento de nuestra estancia) hicieron que la experiencia fuera buena en general, pero no relajante.

El personal es de lo mejor; todos son muy amables y educados. La comida es muy buena. El entretenimiento nocturno es bueno, aunque termina temprano (medianoche). El hotel está a un corto paseo del centro y de la playa; son solo 5 minutos a pie cruzando la calle. Recomiendo encarecidamente este hotel y Salou.

Habitaciones muy razonables con buenas vistas a la piscina. Comida muy variada y siempre fresca. Ambiente agradable. La única pega, en mi opinión, sería la piscina pequeña para tanta gente. En general, bien. Buenas vacaciones.

El hotel está bien, la comida es variada y todo está súper limpio, está muy bien ubicado pero hay días que sopla mucho el viento justo en esa zona, sales y fuera no tanto. Lo único malo es que todo es zona azul y se paga todos los días.

Las habitaciones, el restaurante y el hotel en sí son limpios y acogedores. La comida es deliciosa y sabrosa; cada uno encontrará algo a su gusto. El personal es muy amable y servicial. Hacia el final de la temporada, las habitaciones apenas presentan señales de uso.

Lo recomiendo, está súper limpio. El hotel tiene muy buena calidad. El único punto negativo sería el buffet, que podría ser de mejor calidad.

En general, estoy muy satisfecho con el hotel. El personal fue muy amable y servicial. El único inconveniente es que no hay suficientes ascensores, así que hay que tener paciencia a la hora de comer.

Bastante mejor comida (sobre todo la variedad del desayuno), servicio (muy educados) e intalaciones (todo renovado) que varios hoteles de 4 estrellas en los que nos hemos alojado. El único "pero", el GRANDÍSIMO alboroto de la piscina. Pelotas volando por todas partes, colchonetas y niños saltando y salpicando por todas partes. El cartel indica cláramente que está prohibido todo eso, pero es la jungla. El socorrista no hace nada para evitarlo. !Hasta gente con el vaso de cerveza/copa de champagne (de cristal) en el agua! La música muy baja en los espectáculos (por quejas de vecinos). La animación, aunque las chicas son muy amables, un poco floja...como con falta de energía/alegría. Y solo 2 horas de miniclub al día.

Nos alojamos en el hotel a mediados de agosto. El hotel es bueno: las habitaciones son limpias y acogedoras, se limpian a diario y el aire acondicionado funcionaba a la perfección, lo cual fue una gran ventaja en los días calurosos. El servicio es muy amable. El restaurante cuenta con un personal maravilloso y amable que crea un ambiente realmente acogedor. El personal de recepción siempre está dispuesto a ayudar y habla varios idiomas, lo que hace que la estancia sea muy agradable. La comida es fresca y variada, aunque enseguida nos aburrimos de los desayunos. Las playas están cerca, pero hay que subir y bajar escaleras. Hay muchos restaurantes y tiendas cerca, así que hay mucho espacio para pasear por las noches. La mayor sorpresa del primer día tras llegar fue la piscina. Había un millón de niños saltando al agua, juguetes voladores y padres escuchando su propia música y fumando de todo junto a las tumbonas. Era increíblemente ruidoso y caótico. Al día siguiente descubrimos la segunda piscina, que era un poco más tranquila y tenía menos niños. Pero seguía siendo imposible leer un libro, y ni siquiera los auriculares con música ayudaban. Era difícil nadar tranquilamente, ya que el agua nos salpicaba constantemente el pelo y la cara. Nos da la sensación de que las piscinas parecen más grandes en las fotos de lo que son en realidad. Si (como nosotros) sois una pareja joven sin hijos y buscáis una escapada tranquila, este hotel probablemente no sea para vosotros. Quizás también se deba al mes que estuvimos allí.