Churrería-Chocolatería La Avenida en Alcalá de Henares

Los mejores churros y porras de Alcalá con diferencia. El personal es cercano y te hacen sentir como en familia. Es un must.

Buenos churros, buen chocolate, y buena atención. Tienen ya sus clientes habituales que muestra que es un lugar muy importante para la comunidad

De las mejores churrerías que he visitado, una atención de 10, las chicas atienden de lo lindo es totalmente gratificante comenzar el día en este sitio con esa vibra y energía contagiosa.

¡Genial!. Es verdad que solo he tenido la oportunidad de ir en dos ocasiones pero que maravilla. Fuí recomendado porque de hecho iba a otra no muy lejos, y me dijeron que está era mejor tanto por producto como por trato. La verdad es que fue todo un acierto. Están muy buenas y gran tacto, encima, no tiene un precio que sea muy caro la verdad. Para aparcar depende del día y de la hora, es como todo, pero por la mañana temprano se suele conseguir ya que la gente se va a trabajar. La única gran pega que yo veo, es precisamente el local. Es extremadamente pequeño. Quise hace unos meses llevar a mis padres para que lo conocieran y disfrutaran, fue inviable. Nos tuvimos que ir a otro local ya que no había posibilidad alguna. Por el resto si se te da la ocasión y te apetece degustar unos buenos churros con chocolate 🍫, no lo dudes, este es tu sitio

De los mejores que hay en Alcalá. Tengo alergia a la proteína de la leche de vaca y en otros sitios ni se molestan, ellas me ofrecieron alternativa de chocolate para poder tomarlo. Están siempre hasta arriba y a veces toca esperar, pero el trato siempre es cercano y amable.

Un clásico de barrio donde los churros salen mejor que muchos discursos de fin de año. Crujientes, sabrosos y sin ese exceso de aceite que te hace arrepentirte al tercer bocado. Las porras, de campeonato: grandes, en su punto, y con ese sabor que te hace pensar “¿por qué no desayuno esto todos los días?”. El chocolate espeso, del que se agarra bien al churro, como debe ser. Pero lo que de verdad te levanta el ánimo no es solo el azúcar: las camareras son pura alegría mañanera. Te sueltan una sonrisa o una broma y ya te da igual que sea lunes, llueva o que te hayas dejado el paraguas en casa. Así da gusto empezar el día. El local es modesto, sin postureo, pero con más alma que muchos brunch modernos. Y encima, el precio no te deja temblando como el café del Starbucks.

Son encantadoras no he comido nunca un cruasán 🥐 igual las porras de 10 , me encanta las doy un 10

Pedí una tostada sin gluten, y aunque no suelen tener se fueron a comprar para que pueda desayunar aunque no tenían que hacerlo. Fenomenales y muy amables.

Trato genial, solo hay que ver la cantidad de habituales que hay cada vez que voy

Solo comentar que es mucha la espera para el desalluno