CHILATE en Palma de Mallorca

Experiencia increíble, me sentí como en como en casa, simplemente muchas gracias, soy mezcalero aquí es el sitio, no busquéis otro lugar. Si pudiera les daría más estrellas , la comida está cojonuda, y el el mezcal un diez. Mil gracias

Carta y ambiente excepcional. Restaurante pequeño pero acogedor, con un ambiente amenizado por musica agradable y unos cocteles deliciosos, preparados con mimo. Hemos probado tres platos y los tres muy especiales. Se trata de platos mejicanos auténticos, una experiencia gastronómica fantástica. Sin duda para repetir y recomendar.

Mejor mexicano en Palma con una gran variedad de mezcales y tequilas

Perfecto para ir en pareja. Luz tenue, música bajita y sabores potentes. Se nota que la cocina está hecha con cariño .

Estábamos de paso por la zona y entramos por curiosidad. No sabíamos nada del lugar. Nos sorprendió la calidad de la comida y, sobre todo, la carta de bebidas: muchísimos mezcales, algunos muy especiales. Nos explicaron el origen y cómo beberlos. Fue una noche tranquila, sin pretensiones. Nos gustó mucho.

Nos encanto el restaurante. La comida estaba deliciosa y la atención fue muy buena. El camarero nos recomendo un mezcal suave que nos gustó mucho. Todo muy bien cuidado

La atención es de esas que no se ven tanto hoy en día: cercana, con gusto, sin exagerar. Pedimos varias cosas para compartir y nos ayudaron a maridar con tequilas y mezcales distintos. Fue una experiencia completa, sin ruidos, sin apuros. Se agradece.

Llegué a Mallorca por la noche y vine aquí después de leer solo las reseñas de Google, ¡pero el dueño fue muy amable y la comida estaba deliciosa! He probado comida mexicana en España, ¡pero quiero volver! No hay reseñas de coreanos, así que espero que otros también vengan a probarla. Pedí una Estrella Galicia de barril, una cerveza española, ¡y estaba tan suave y deliciosa!

No suelo escribir reseñas, pero en este caso lo merece. Chilate fue un descubrimiento inesperado. Íbamos buscando algo sencillo y acabamos pasando una de las cenas más agradables del mes. El ambiente es cálido y tranquilo, perfecto para desconectar. El personal es muy atento, te explican cada plato si quieres, pero sin agobiar. Probamos varios mezcales (uno de Oaxaca, otro de Michoacán) y todos estaban espectaculares. La comida, simplemente deliciosa. Me impresionó el equilibrio de sabores, sobre todo en el mole y en los esquites. Volveremos pronto.

El sitio es bonito, tranquilo, con ese punto de intimidad que a veces se echa de menos en los restaurantes. La comida estaba buena, aunque me pareció que algunos platos llegaban algo templados. Eso sí, el trato fue excelente y el mezcal que probamos (creo que se llamaba “Papadiablo”) fue una auténtica joya. Tienen botellas que no se ven por ahí. Volveremos con más tiempo.