11/11/2024: Deliciosa cena, nos llevamos un poquito de Yanguas en el corazón gracias a Susana, su pareja e Iván. Son adorables.
Respecto a la comida y al desayuno, es como cenar y comer en casa de alguien que te ha preparado su comida con todo su amor. Delicioso! Nos ayudaron a decidir donde dejábamos la Camper, y el alcalde, que estaba allí, nos organizó una visita guiada en el castillo y el amable guía no nos quiso cobrar nada. Al día siguiente tras desayunar nos recomendaron una ruta preciosa.
Pensamos parar por aquí cuando vayamos hacia el norte siempre!
11/11/2024: Parada en el camino para pernoctar con la furgoneta. Fuimos a este restaurante por las valoraciones de Google y la experiencia fue inolvidable. ¿Exagerado? Juzguen ustedes. Entramos y había una joven señora en una mesa haciendo ganchillo y otras 6 personas alrededor de otra jugando a la "Brisca". Preguntamos si podíamos cenar y un señor del grupo de la mesa de la Brisca nos contesta amablemente que por supuesto. Acto seguido entra en la barra para buscar una carta y preparanos una mesa para cenar. Entre tanto, otro de los partícipes se acerca y nos pregunta si queremos ver el castillo. Por supuesto que queremos dijimos. Dejadme quenos organice la visita, soy el alcalde, nos contestó. Entonces, le preguntó a una señora mayor que parecía la cabecilla de la Brisca, si podía enseñárnoslo al día siguiente a las 10 de la mañana. A lo que la señora se encogió de hombros y, sin levantar la mirada contestó: bueno, si estoy en casa.. El alcalde no pareció fiarse de ella por lo que llamó a otra persona y cerró la visita para el día siguiente y amablemente se despidió de nosotros y se marchó del local.
Nos sentamos y echamos un vistazo a la carta. Pedimos revuelto de perrotxico y ciervo guisado. La joven señora del ganchillo dejó su cometido y se levantó y entró en la cocina a preparanos la cena. Mientras esperábamos, la cabecilla de la Brisca no paraba de replicar a los anuncios del televisor del fondo: 《Y ahora viene el anuncio de la zorra esa》. 《¿Adiós a las arrugas? ¡ACÉPTALAS!》.
Creímos estar en una película de Berlanga.
Vino la comida y la joven señora volvió al ganchillo.
La comida estaba espectacular, por lo que preguntamos si no era molestia pedir algo más de cenar. Nos so rieron y nos dijeron que por supuesto y esta vez nos decantamos por picadillo y chuletillas. Riquísimos una vez más.
Entre medias, todos los participantes de la Brisca que quedaban, abandonaron el local y nos quedamos solos con las personas que lo regentan. Entonces, amablemente nos explicaron muchas cosas que ver del pueblo, nos contaron cómo viven y cómo ven la vida. Lo que fue muy enriquecedor.
Al día siguiente fuimos al castillo a las 10 y la persona que nos lo enseñó fue super amable y no nos cobró nada. Tuvo, eso si, que pedir la llave a la cabecilla de la Brisca quien, con desdén, dijo que no entendía por qué el alcalde le había llamado a él.
Por supuesto volvimos al local a desayunar antes de irnos de un pueblo al que volveremos siempre que esté en nuestro camino. Desayunamos y nos despedimos de Susana (joven señora del ganchillo) y de su pareja para, con pena, terminar esta bonita aventura.
Pueblo con encanto.