Centre Civic la Fabrica en Celrà

Es la tercera vez que voy. Comida muy buena equilibrada y el servicio inmejorable

Opción de menú de plato combinado sin demasiadas complicaciones en un espacio histórico con muy buen mantenimiento. Y ya de paso se puede realizar una visita al espacio expositivo sobre la historia del edificio de la antigua fábrica de tintes vegetales elaborados a partir de extractos de maderas con taninos.

Ambiente familiar, cálido y acogedor. Excelente comida.

Un sitio con una arquitectura increíble. La comida sencilla y buena. Lo que esperarías de un centro cívico.

Lugar agradable y tranquilo. Buena comida a buen precio

Al hacer eco, se oye demasiado los gritos de los niños

Lugar deliciosamente convertido en funcional dedicado a la restauración. Dispone de un apartado para los bebés y niños muy adecuado para el "descanso" de los padres. El personal es amable y atento al cliente. Los platos se presentan todos a la vez en la mesa del cliente a medida que se preparan, cosa nada Interesante para disfrutar de los manjares con la correspondiente tranquilidad y placer gustativo, convirtiendo la experiencia gastronomíca en algo negativo. Como reseña importante a destacar, está la fabulosa TERRAZA para disfrutar del PLACER correspondiente y consecutivo de FUMAR en calma antes y después de las comidas. Cosa imprescindible, por mucho que la modernidad-tontería imperante en estos tiempos de borregos, intente denostar. Ambiente frio y distante, humánamente hablando, entre comensales. En resumen, a pesar de ser foráneo de Cataluña, como es el caso, mi experiencia es positiva.

Hoy hemos hecho una caminata de Celra asta el castillo de Sant Miquel y al volver hemos comido aquí. Hemos comido muy bien un menú de 20€ buenísimo todo, las cantidades muy generosas y los postres excelentes el personal muy amable y el propietario muy atento... Muchas gracias, volveremos.😊

Es una antigua fábrica de productos químicos ahora convertida en un local social y restaurante-cafetería. Nos pasamos después de nuestra ruta en MTB a degustar de un desayuno ( bocadillo, cervezas y cortados) en la terraza en la cual estuvimos muy cómodos y nos atendieron muy bien. Una simple sonrisa de la camarera sirve para dar alegría a los clientes. Gracias.

El sitio está bien si vas con niños, ya que hay una zona de juegos infantiles. La carta no es muy amplia, aunque tienen: tapas, pizzas, torradas y bocadillos. La comida está bien, sin más. No puedes pedir mucho más. El servicio es muy lento. Más que lento, es que no vienen a la mesa y aunque quieras llamar a los camareros, no están atentos cuando los clientes reclaman. Finalmente optas por ir a la barra a pedir y, aun y así, se olvidan de las cosas y las tienes que volver a reclamar. Los bocadillos están buenos. El pan y el relleno está bien. Las tapas se nota que son congeladas y no son elaboradas ni trabajadas por ellos. Desde mi punto vista, tienen un espacio que está bien y está bien aprovechado con la distribución de las mesas y el espacio de juego infantil. Teniendo en cuenta esto, si mejoraran la calidad y añadieran alguna varierdad más de platos (tapas, pizzas, algo más original) seguro que estaría mucho mejor. El precio es correcto.