Castro de Lugo en Pozuelo de Alarcón

Cuando estuve durante más de diez años aprendiendo vino mi conclusión fue que no hay mejor vino que el que te tomas con un o una amiga. De igual manera no hay mejor rtte que aquel en el que te sientas como en casa, tu hogar. Desde David en la barra hasta Juanito y su hermano como socios todo es la sensación de hogar. El olor a pulpo de verdad (no a chicle), o el jamón asado, o ese chuletón que se nota que viene de res gallega, y ese caldo gallego con unto .... Que decir... me decían de otros restaurantes de grandes marcas pero no lo cambio. Porque un rodaballo sin cariño no es un rodaballo. Aquí no te quieren por la cartera. Aquí te quieren por tu alma. Lo del mus por la tarde desde las 1630... lo dejo para otra ocasión.

He vuelto después de 55 años ...ha sido espectacular, sorprendente y muy entrañable...la empanada tenía el impresionante sabor de siempre!! Gracias por conservarlo!!

Me encontraba por la zona y vi que entraban trabajadores a este Mesón, a su que elegí esta opción y la verdad que un gran acierto. Un menú del día muy económico, con 3 opciones de primero y segundo, lo que denota, que son platos preparados por ellos. De primero mi elección fue la ensalada de pimientos, aunque su sabor y textura es mi correcta para un lugar así, si que estaba bañanada en una cantidad abundante de aceite, que por mi intuición me llama a que no escurrieron mucho el atún. De segundo pollo asado, que pedí si en vez de acompañado por patatas pudiera ser con ensalada, algo que en este no era posible, las patatas eran naturales. Por su parte el pollo, jugoso, bien asado y con un gran sabor. Las dos únicas notas negativas son el pan un poco seco al tenerlo ya cortado y el postre en mi caso melon, que aunque estaba en su punto, un poco escaso. Todos los trabajadores se nota que tienen años fe experiencia y el trato fue de 10. Por lo que si me encuentro por la zona repetiría sin lugar a duda.