Casasola en Loja

Una cafetería súper bonita y cuidada. La atención de todos desde que entras es muy amable. El Pan de semillas espectacular. Los pasteles tienen una pinta increíble. Sin duda volveremos cuando pasemos de viaje.

Me atendieron genial,ibamos en grupo varias personas y Eli nos acomodó y atendió fenomenal,gracias

Una experiencia buenísima todo muy rico

Muy buen servicio, productos de calidad y ambiente muy agradable.

Cafetería preciosa, con gran variedad de dulces y opciones. Se percibe el cuidado en los detalles, la atención profesional y simpática de sus trabajadores y el diseño acogedor y cómodo. Volveremos seguro

Parada obligatoria cuando paso por Loja, tanto para desayunar como para merendar, tiene una amplia variedad de repostería casera, toda riquísima pero destaco los roscos de loja, las torrijas y la trenza de nueces. La atención del personal, ambiente y decoración del lugar de 10, todo en conjunto hace que repita cada vez que voy.

Es un lugar al que llegué por primera vez de forma inesperada y sin esperarlo yo (y poca a poco) ha pasado a formar parte de mi rutina diaria. El ambiente, las instalaciones y qué decir de los productos, son ingredientes esenciales que hacen de Casasola un lugar ideal para desconectar, disfrutar de momentos inolvidables mientras degustar los mejores dulces de la región. El café muy recomendable por cierto. Pero por encima de todo está el personal que vela para que todo funcione y que nuestra experiencia sea extraordinaria. Una atención excelente y un trato extraordinario. En poco tiempo rompen esa línea entre cliente-trabajador para convertirse en buenos amigos con los que compartir tu vida diaria. Grandes profesionales todos la verdad pero yo destaco la cercanía y trato de Cristina (que para mi ya es Cris), Vero y Bea. Muy recomendable la verdad. Si te apetece lucirte con un regalo para llevar elige la lata de roscos de Loja que está muy bien presentada, te llevas algo típico de la localidad y conseguirás sorprender sin lugar a dudas.

Me encanta el sitio, la decoración transmite mucha paz y las meriendas buenísimas.

Bonito lugar y sitio acogedor.música ambiente relajante y toda la repostaria y los cafés buenísimo . Repetiré sin duda.

Un lugar precioso y lleno de encanto. La decoración es acogedora sin ser recargada, y el ambiente tiene algo especial: es tranquilo, suave, de esos sitios donde el tiempo parece ir más despacio. Perfecto tanto para relajarse un rato como para conversar sin prisas. La música, la luz y el aroma a café crean una atmósfera que te abraza desde que entras. El café está delicioso y la carta tiene pequeños detalles que se notan pensados con cariño. Pero lo mejor, sin duda, es el personal: amables, atentos y siempre con una sonrisa sincera. Da gusto encontrar sitios así, donde te hacen sentir como en casa sin dejar de ser profesionales. Totalmente recomendable. Volveré seguro! ❤️