Casa Rafael Corrales en Aranda de Duero

Conozco este restaurante desde hace 47 años, habiendo disfrutado en varias visitas con distintos comensales a lo largo del tiempo. Hoy tocaba por segunda vez, la visita con mi mujer (encantadísima en la primera) y reconozco que es muy fácil quedar bien con todo el mundo, porque es jugar a caballo ganador. Lo primero que hay que hacer es llamar con antelación para reservar mesa y así lo hicimos. Después es necesario cumplir con la hora reservada para evitar problemas y así no habrá que esperar en vano. Y por fin al lío: Chorizo al vino, morcillita, torta de pan de aceite, ensalada bien aliñada y el lechado asado perfectamente en horno de leña. Como hoy es 17 de agosto de 2025 y las temperaturas son extremas, hemos preferido regarlo con una jarrita de rosado (clarete de la casa) bien fresquito. En invierno lo prefiero con un buen tinto!!! Cafés solo con hielo y encantados de la vida!!! Los jubiletas entendemos mucho de ésto y si además venimos de Zamora (tierra de buen comer) más todavía. Agradecidos por tu atención *Rommel* y volveremos pronto, para cuando maridemos tu lechazo con un buen Ribera Tinto.

Sitio que dan cordero buenísimo, yo iba con mi padre hace 50 años, siempre buen cordero y vino en jarra, cuando pasó por Aranda, yo par siempre. Bien atendido y personal amable. Paco (Portugalete)