Casa Peto Outes en Outes

El trato es buenísimo, se preocupan por la gente y nosotros que tenemos un niño pequeño, se portaron muy bien. Eso sí, la cama no es para nada buena, dura como si estuviera en el suelo. Respecto a la ubicación, es muy tranquilo, tanto que no tienes donde ir a tomar un café si no es al propio restaurante, eso sí, está muy cerca de la playa

Una casa muy bonita en un pueblo bonito, tranquilo y rodeado de naturaleza. Es una casa grande, con un jardín grande, cuidado y precioso y con piscina. Las habitaciones bonitas y limpias. El trato excelente. Lo recomiendo!!!!!!

Estuvimos allí para cenar y comimos el menú: pastel de pescado, pescado con patatas + postre + bebida, por persona 13 € 😳 La comida estaba deliciosa, el personal muy amable, la habitación limpia y grande, todo fue genial! Como al día siguiente teníamos que salir temprano, en la puerta nos esperaba una cesta de desayuno con café, pan, etc. Solo puedo recomendar 👍

Es un buen restaurante. Se come bien, sabroso Destacó una buenos sabores de comida, pero la picaña no es picaña, es un filete. Y el pescado muy poca cantidad Servicio lento. Precio medio-alto

Muy buena relación precio-rendimiento.

Todo genial sitio tranquilo,limpio, comida de lo mejor, personal de cocina, camareros Por poner algo, la cobertura de tefono es escasa sin duda volveremos saludos desde O GROVE

Muy buena comida a un buen precio , un local muy agradable y espacioso y atencion muy buena

Haciendo una ruta por la Costa da Morte, elegí este alojamiento para pasar la segunda noche. Está ubicado en un pueblo muy tranquilo, y las instalaciones son muy chulas, la verdad. Tienen patio y piscina, y tienen restaurante que al parecer está muy bien valorado. Nosotros no cenamos, porque nos pareció un poco limitada la carta. Teníamos el desayuno incluido, y era de tipo buffet, pero en verdad era muy reducido. En una mesa había un plato con embutido y una fuente con fruta, unas magdalenas y unos donuts de chocolate (Mercadona ambos). Cuando nos sentamos, nos trajeron un café, un zumo, pan tostado y un croissant para cada uno. Ciertamente con hambre no nos quedamos, que conste. Para cenar o tomar algo, hay que coger el coche y desplazarse unos kilómetros hasta el pueblo mas cercano. Pero el sitio es tranquilo, todo hay que decirlo. En la valoración de las habitaciones no le he dado 4 o 5 estrellas porque había detalles que no me gustaron, como algunas telarañas en los marcos de las puertas, grietas en el techo.... Y tuvimos un pequeño problema con la habitación que podía haber sido no tan pequeño.

Súper recomendable 100% buen trato, la habitación genial, la comida espectacular y muy amables, incluso nos trajeron una cesta con el desayuno a la habitación porque no podíamos esperar a la hora del desayuno. Sin duda si volvemos al camino repetimos sin duda.

Excelente restaurante familiar de comida típica gallega. Las porciones son gigantes y cada plato es casero y delicioso. Un lugar ideal para disfrutar sabores auténticos en un ambiente acogedor. ¡Totalmente recomendado!