Casa Pepito en Villaviciosa

La comida no estaba mala, la costilla sinceramente muy rica, quizás los calamares excesivamente salados aunque de sabor bien y el postre OK. Ahora bien... La atención de la chica que nos atendió en mesa fue nefasta, estuvimos + de 3 horas allí metidos. Entre plato y plato tardaron más de 25 minutos, para atendernos y pedir postre estuvimos un cuarto de hora y para pedir la cuenta y pagar tuvimos que levantarnos dos veces a avisar. Por cierto el baño tanto de hombres como de mujeres estaba muy sucio, pero mucho.

Comida de cumpleaños con la familia. Todo muy rico y buen precio.

Casa Pepito , es un lugar verdaderamente encantador que ofrece una experiencia culinaria excepcional. La comida es simplemente deliciosa, con platos que reflejan la rica tradición gastronómica asturiana, preparados con ingredientes frescos y de alta calidad. Cada bocado es un deleite para el paladar, mostrando el cuidado y la pasión que se pone en cada receta. La cocina de Casa Pepito destaca por su autenticidad y sabor, combinando técnicas tradicionales con un toque moderno que sorprende gratamente a los comensales. Es evidente que el chef y su equipo se esfuerzan por ofrecer lo mejor de la región en cada plato. El trato de los camareros es otro punto fuerte del restaurante. Son amables, atentos y siempre dispuestos a hacer que la visita sea lo más placentera posible. Su profesionalismo y calidez hacen que uno se sienta bienvenido desde el primer momento. Además, el espacio exterior es ideal para familias, ya que cuenta con un área especialmente diseñada para que los niños jueguen y se diviertan al aire libre. Esto permite a los padres disfrutar de su comida con tranquilidad mientras los pequeños están entretenidos y seguros. En resumen, Casa Pepito no solo ofrece una excelente comida, sino también un ambiente acogedor y familiar que hace que cada visita sea memorable. Sin duda, es un lugar que merece ser visitado una y otra vez.

El mejor menú del día de Gijón. Por 13,50€ entra: un primer plato de cuchara en el que te ponen una fuente y te sirves lo que quieres, un plato combinado contundente, pan, bebida, postre y café. Mucha cantidad, riquísimo y barato.

Se come muy bien a buen precio, recomiendo ir

Es un bar-restaurante que está de paso en el Camino a Santiago. Comí el menú, 13,5€: elegí unos espaguetis con chorizo y un plato combinado, de postre un flan. Comida que está bien; platos abundantes; el flan muy bueno. El servicio es amable. El local es pequeño y oscuro, pero tiene terrazas 🍮

Todo bien,ya había ido en varias ocasiones hace tiempo y me gusta

Fuimos a celebrar una comida en familia. El ambiente es agradable y el local amplio.Fuera tienen un espacio verde de merendero ideal para ir con niños o llevar tu mascota. Nosotros optamos por el interior. La comida muy rica y el precio ajustado. Éramos 14 y pagamos unos 300 e. 6 de ellos comimos un menú que tenian de cinco platos y postre con raciones abundantes. Además ,el resto optó por su "metro de carne ,con una tabla de quesos y otra de embutidos y su postre. Comida contundente. Si he de poner una pega es que era una comida familiar y en lugar de colocarnos a todos en una mesa lo hicieron en dos. Y no es lo mismo. El personal que nos atendió muy amable y pendiente de todo. Volvería sin dudarlo.

La camarera lentísima funcionaba en dos velocidades, una lenta y otra parada.

Un lugar perfecto para comer barato y pasar la tarde en su merendero