Casa Parera Restaurant en Mataró

Volveremos!! Todo exquisito, cocinado con amor y delicadeza. Atención de 10

Casa Parera en Mataró ofrece una experiencia gastronómica excelente: comida deliciosa y un ambiente muy agradable. Muy recomendable.

Excelente cocina... el trato, el servicio, la ubicación, en el plato... el "paraíso" mediterráneo... Entra con los ojos cerrados... saldrás lleno de sabores.

¡Sin duda, cinco estrellas por todo! Reserven con antelación. Comida, ambiente, servicio, productos... Me gustó todo. ¡Lo recomiendo!

El sitio ideal, las tablas muy juntas. Almuerzo diferente

Excelente en todos los aspectos

Restaurante de centro de mataro, con una cocina excepcional. Cada plato está muy elevado y cuidado al último detalle. Desde la bollería con carne de mejillas de cerdo a las vieiras. Todo buenísimo. El servicio perfecto. La única pega es el precio, me parece caro. El precio de todo es algo demasiado.

Situado en un edificio modernista muy bonito, ofrece cocina creativa de mercado con producto local y respeto a la temporada. La coca de puerro escalivado con romesco y avellana es un plato destacado, igual que la ensaladilla rusa con lubina confitada. Todo tiene un punto de sofisticación sin excesos. La bodega es correcta, con vinos catalanes bien escogidos y precios razonables. Complementa bien la propuesta culinaria sin robar protagonismo. También ofrecen como detalle pan con mantequilla ahumada: un gran acierto pequeño que marca diferencia. Servicio atento, profesional y muy amable. El espacio combina diseño histórico y confort moderno. Un sitio que demuestra que se puede hacer cocina creativa sin perder cercanía ni contar con grandes recursos. Muy recomendable.

Hemos ido muchas veces, pero con la fórmula del día se han equivocado, un solo plato más pan por 17 € y luego una serie de suplementos por acompañamientos, algunos sin relación con el plato único a escoger, y por postres. Caro, pobre y con la sensación de comer de suplementos

Extraordinaria comida y extraordinario servicio. Dominio de texturas y sabores. La mejor ensaladilla de mi vida ( la de lubina). Muy buenas también las croquetas de gamba y los boquerones. Fantásticos postres. Personal simpático y amable. Repetiremos