Excelente trato y rapidez en el servicio. Cenamos una pizza, imposible de superar su sabor. La masa era casera y se notaba por lo deliciosa que estaba. Nunca antes habíamos probado una tan exquisita. También recomendable la tarta de queso. En definitiva, un lugar para repetir.
Estábamos dando un largo paseo cuando nos encontramos con este encantador restaurante. Disfrutamos de café, tapas y una copa de vino local. El personal era increíblemente servicial, a pesar de nuestro pobre español. El servicio era genial y las tapas eran encantadoras. Sin embargo lo que realmente hizo especial a este lugar fueron las vistas