Casa Nabel en Gijón

Menuda decepción la mía... Y la de mi familia. Fuimos a comer el año pasado por estas fechas y fue una muy grata sorpresa. Lugar bonito, buen servicio y comida buena y abundante, de la de ponerse las botas. Pero hoy, más o menos un año después, hemos venido y, oh, nos lo hemos encontrado cerrado de manera permanente. Una lastima, oye.